Días atrás acudí, como hago todos los meses, a la consulta del doctor Golpe para realizar mi control del tratamiento anticoagulante con Sintrom, debido a que en los días previos había recibido un tratamiento nuevo por un problema dermatológico y, como siempre nos tiene advertido el doctor Golpe, si en el transcurso del tratamiento anticoagulante hubiese algún cambio terapéutico, debemos realizar cuanto antes un nuevo estudio, por si se produjese alguna modificación en la respuesta.
Ese mismo día me encontré con la desagradable sorpresa de que el doctor Golpe había sido jubilado. Una sensación extraña recorrió mi cuerpo al verme totalmente huérfana de los consejos y atenciones de nuestro querido doctor, sobre todo en estos momentos.
Recogí mi pauta de tratamiento y me fui a mi domicilio dándole vueltas a mi cabeza por la noticia que acababa de recibir y, automáticamente, me puse a escribir unas letras para enviar al doctor Golpe en señal de reconocimiento a su gran labor, tanto médica como personal, que nos profesó durante tantos años.
Aprovecho también esta ocasión para manifestar las excelencia de una gran persona, bondadosa, comprensiva y amable hasta la saciedad. Esto que escribo también lo he recabado de compañeros suyos incluyendo médicos, enfermeras, auxiliares de clínica y administrativos. Una de sus grandes virtudes con los pacientes era la de 'saber escuchar', jamás denotó prisa alguna en su consulta, teniendo especial debilidad y sensibilidad con los 'ancianitos' con quienes siempre compartía largas jornadas, ya que siempre decía que le reportaban nueva savia para seguir trabajando. Era curioso ver salir siempre de su consulta a los pacientes con caras sonrientes por la gran confianza que insuflaba en todos ellos.
Muchas son las cualidades que avalan a la persona del doctor Golpe y estoy convencida que él también notará la ausencia de comunicación con sus pacientes, puesto que, no en vano, formábamos parte de su quehacer diario. Tarde volveremos a disfrutar de una persona que comunicaba amor y entrega en la relación con sus pacientes.
Estoy convencida de que lo que estoy escribiendo es compartido por la inmensa mayoría de sus pacientes. Si es así les invito a que envíen a la Secretaría del Sintrom unas letras de agradecimiento a la persona con la que tantos años hemos tenido relación.
Para finalizar, quisiera desearle al doctor Golpe la mejor de las venturas en la nueva etapa de su vida que acaba de comenzar. Es joven todavía y con gran dinamismo y alegría, por lo que no dudo que alguna buena labor seguirá haciendo.
QUE DIOS LE BENDIGA.
Recogí mi pauta de tratamiento y me fui a mi domicilio dándole vueltas a mi cabeza por la noticia que acababa de recibir y, automáticamente, me puse a escribir unas letras para enviar al doctor Golpe en señal de reconocimiento a su gran labor, tanto médica como personal, que nos profesó durante tantos años.
Aprovecho también esta ocasión para manifestar las excelencia de una gran persona, bondadosa, comprensiva y amable hasta la saciedad. Esto que escribo también lo he recabado de compañeros suyos incluyendo médicos, enfermeras, auxiliares de clínica y administrativos. Una de sus grandes virtudes con los pacientes era la de 'saber escuchar', jamás denotó prisa alguna en su consulta, teniendo especial debilidad y sensibilidad con los 'ancianitos' con quienes siempre compartía largas jornadas, ya que siempre decía que le reportaban nueva savia para seguir trabajando. Era curioso ver salir siempre de su consulta a los pacientes con caras sonrientes por la gran confianza que insuflaba en todos ellos.
Muchas son las cualidades que avalan a la persona del doctor Golpe y estoy convencida que él también notará la ausencia de comunicación con sus pacientes, puesto que, no en vano, formábamos parte de su quehacer diario. Tarde volveremos a disfrutar de una persona que comunicaba amor y entrega en la relación con sus pacientes.
Estoy convencida de que lo que estoy escribiendo es compartido por la inmensa mayoría de sus pacientes. Si es así les invito a que envíen a la Secretaría del Sintrom unas letras de agradecimiento a la persona con la que tantos años hemos tenido relación.
Para finalizar, quisiera desearle al doctor Golpe la mejor de las venturas en la nueva etapa de su vida que acaba de comenzar. Es joven todavía y con gran dinamismo y alegría, por lo que no dudo que alguna buena labor seguirá haciendo.
QUE DIOS LE BENDIGA.
