RECORDANDO A ISAAC DÍAZ PARDO

La historia de los maestros de las bellas artes tienen la ventaja de caer en un terreno preparado por siglos de tradición de contar historias. Hoy, las historias populares de célebres artistas no conservan durante mucho tiempo su dignidad. En este marco, la imagen de Isaac Díaz Pardo se distancia de lo habitual.
El tiempo ha pasado demasiado deprisa desde que Isaac nos ha dejado en búsqueda de otra vida. En ese tiempo su imagen se agiganta. Han proliferado actos de reconocimiento para su obra y su persona. El tiempo se ha mostrado elocuente. Muchas de sus utopías están más cerca de la realidad, es cuestión de trabajar con inteligencia. Los que desde siempre hemos creído en la persona y en la obra de Luis Seoane e Isaac Díaz Pardo hemos heredado el compromiso de recoger su testigo.

Isaac se centró principalmente en dos ideas: recuperar la memoria histórica como riqueza de un pueblo, y demostrar como el capitalismo es un sistema que puede ser neutralizado con el cooperativismo y el arte.

La frase 'la vida es una obra de arte' no es un postulado ni una amonestación, sino una declaración de hecho. La voluntad y la elección dejan su huella en la forma de vida, a pesar de todos los intentos de negar su presencia y ocultar su poder asignando un papel circunstancial a la presión abrumadora de fuerzas externas que imponen el 'debo' donde debería estar el 'quiero'; de este modo reducen la escala de elecciones plausibles. Se pierde libertad para buscar otros caminos que den mayor satisfacción a las necesidades de las persona.

Se espera que este mundo se haga más inteligente, quizá incluso que se entienda totalmente gracias a la labor de los artistas. Pero mucho antes de que esto ocurra, las generaciones que 'viven' en este mundo conocen, o al menos intuyen, sus maneras mediante 'autopsias' sociales: por experiencias personales y las historias contadas normalmente para comunicarlas y darles significado.

Isaac perteneció a una de esas generaciones truncadas. Tuvo que retomar un 'proyecto de vida', la elección de las elecciones, que determinaría todo el resto de elecciones. Aprendió que cada proyecto llevaba consigo un mapa, una brújula y las señales de carretera que había de orientar a las nuevas generaciones en medio de la descoordinación del vacío existencial. Su proyecto ha de ser retomado por una nueva generación.

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