Una de las muchas y curiosas respuestas que he hallado en Yahoo sobre qué es un réquiem, dice que es una musiquilla o cancioncilla triste que ponen al final de una película cuando muere un personaje importante.
Pues bien, ya empieza a sonar esa musiquilla triste al final de la película. Todos los espectadores estuvimos con el alma en vilo durante la trama y tuvimos la esperanza de que al final el villano se iba a arrepentir. Éramos muchos los que esperábamos un final feliz, un happy end. Pero no. El drama terminó en muerte. Dicho de otra manera, finito, ende. Definitivamente se cargan Piñor y Toén, y con ellos la ilusión y la esperanza de miles de ourensanos que en fechas recientes manifestaron su desacuerdo y repulsa en contra del cierre de estos dos hospitales.
Atrás quedan por parte de los trabajadores esfuerzo, constancia, determinación, trabajo, altruismo, fe ciega por una causa justa y, sobre todo, amor por dos instituciones tan necesarias. Seguir intentándolo es lo único que se puede hacer contra este poder ciego e insensible que hoy pide su tributo. Afortunadamente, aún quedará gente que no es rebaño si no ciudadanos conscientes que seguirán luchando por una sanidad digna.
Atrás quedan por parte de los trabajadores esfuerzo, constancia, determinación, trabajo, altruismo, fe ciega por una causa justa y, sobre todo, amor por dos instituciones tan necesarias. Seguir intentándolo es lo único que se puede hacer contra este poder ciego e insensible que hoy pide su tributo. Afortunadamente, aún quedará gente que no es rebaño si no ciudadanos conscientes que seguirán luchando por una sanidad digna.
