Sucesión de Baltar

La supuesta e increíble sucesión de Baltar ni es lógica ni razonable ni natural. A pesar de que soportó celos, envidias e incomprensiones de algunos que no han entendido de trabajo, de disciplina ni de agradecimiento, ahí está rodeado de amigos por todos los rincones de la provincia, a donde llevó toda clase de ayudas.
Fue un aventajado alumno de un buen profesor, pero su labor está sin terminar, no debe abandonar la nave en manos de monaguillos que sólo divisan Santiago-Madrid y grandes ciudades. Debe mantenerse firme y, al final, tomar las decisiones que sigan adornándole en su bien hacer. Tiene la admiración y apoyo de mucha gente por todo Galicia.

Yo y mi pueblo también hemos recibido incomprensiones y aquí estoy, dispuesto a dar batalla, no renuncio a esfuerzos. Hay que alcanzar peso en Santiago y su talante conciliador, su gran capacidad de diálogo nos permitirá ver coronada su gran labor. Ánimo Baltar, que viva la boina y descansen los que no han sabido luchar. Tú estás exento de negatividades.

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