Llevamos muchos años en que los superhéroes de los tebeos se han pasado a la gran pantalla.
Medio siglo después de su nacimiento (en 1962), Spiderman disfruta en este año del 2012, de otro de los momentos más dulces de su trayectoria. La película estrenada este verano ha puesto una vez más al trepamutos en las calles. No es el más alto, ni el más musculoso, ni el más poderoso. Sin embargo, Spiderman es el mejor personaje de ficción jamás creado ¿Cómo? ¿Que estoy exagerando? Ni mucho menos. En mi ya lejana infancia devoré los cómics de 'El hombre araña'. Y aún conservo algunos de esos tebeos de los 60. Un estudiante (Peter Parker) es mordido por una araña radioactiva. Por ello adquiere una habilidad sin igual, un sexto sentido, así como una fuerza nada corriente. Spiderman no es un superhéroe en el sentido corriente y resulta un poco acomplejado. Además tiene que combatir contra la hostilidad del público que lo considera peligroso. Estas características hacen que Spiderman sea más que un justiciero disfrazado. Es un personaje atormentado. Con una vida privada repleta de detalles cotidianos. A veces desgarradoras. Tragedia y humor al mismo tiempo. Las aventuras en los cómics del trepamuros siempre me han fascinado. Ahora..., sólo resta mirar a los tejados de la ciudad. Porque El Hombre Araña vuelve a balancearse sobre ellos...y eso significa aventura en estado puro.
