Cuando parecía que las clases sociales se iban progresivamente acercando, viene la crisis económica con fuerza y el paro creciente que con el ambiente social que rodea a unos y otros contribuye a acentuar las diferencias, que siempre han estado ahí, pero que eran mitigadas por la abundancia de trabajo y el bienestar económico.
Actualmente, por la situación laboral, los que están más abajo han perdido los resortes para poder elevarse, aunque el contexto social está poniendo de relieve que en la crisis económica tiene más que ver la moral (léase corrupción) que los mercados. Así, el capital social no se va a poder reconstruir sólo con dinero, sino que tiene que haber una auténtica 'limpia'. ¿Se atreverán los que pueden hacerla? Alguien ya lo dijo: 'Caiga quién caiga'.
