para toñito muñiz, un amigo que no falla

Cuando un amigo se va, mucho se muere en el alma. A mí, querido Toñito, también se me rompió el alma cuando me dieron la triste noticia, que aunque esperada, siempre se piensa que ese momento nunca va a llegar.
Creo que todos los compañeros sabíamos como eras tú, y yo de una manera especial: buena persona, generoso, afable, siempre dispuesto a prestar ayuda no sólo a amigos y conocidos, sino a cualquier persona que te necesitase, porque tú eras así, auténtico.

Yo, que trabajé tantos años contigo en el INSS, reafirmo tus virtudes y puedo dar fe de lo mucho que nos queríamos. ¡Nunca tuvimos la más mínima! Siempre trabajamos muy a gusto y bien, a la vez que pasábamos muy buenos ratos y con muchas anécdotas.

Estoy segura que tus amigos te esperaron y recibieron con los brazos abiertos y, entre ellos, Guillermo Álvarez Román, mi esposo, que sabes bien lo mucho que te apreciaba y quería.

Toñito, todos te queríamos mucho, te merecías todo y más, auténtico siempre. Así tendrás tu merecido. No sabes cuánto sentí estar tan lejos de Ourense y no poder acompañarte y estar a vuestro lado en Santo Domingo, y aunque sé que estuve bien representada, mi corazón estuvo y está con todos vosotros en todo momento.

¡Qué persona tan querida! Prueba de ello fue la inmensa manifestación de duelo en tu funeral y ello a pesar de que el fatal suceso ocurrió en el mes de agosto, cuando medio Ourense se encontraba de vacaciones.

UN ABRAZO MUY FUERTE, QUERIDO AMIGO COMPAÑERO.

Te puede interesar
Más en Cartas al director