LO QUE VIENE

En la actual crisis económica parece que sobran jóvenes porque no se crea empleo para ellos; pero las proyecciones indican otra cosa: la escasez de población joven y productiva compromete el dinamismo económico y la capacidad de mantener a los sectores de edad avanzada, o sea, que los jóvenes van a ser, son ya, un recurso escaso.
Y mientras tanto, la sociedad española debate si las menores deben de contar o no con el permiso paterno para abortar, los analistas se echan las manos a la cabeza ante lo que se avecina: muchos abortos, retraso en la maternidad, bajada en el número de nacidos y un envejecimiento progresivo de la población para el que no hay reemplazo.

En la demografía española el aborto es una sangría que rebaja cada vez más la tasa de fecundidad en las mujeres, y si esto se mantiene así, cada vez se irá rebajando más. Los analistas creen que la población española decrecerá aproximadamente un 1,2 por ciento en los próximos diez años, y que el número de defunciones superará a partir de 2019 al de nacimientos.

En España cada vez se peinan más canas, pero se tiene menos pelo, y esto será enseguida el mayor problema, ya que aumentarán los dependientes, pero habrá menos trabajadores para sostenerlos, y tampoco un país de ancianos será un lugar atractivo para los extranjeros.

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