vulgares reflexiones sobre los chinos

Las cifras lo rebelan todo. En el mundo hay 6.500 millones de personas, pero solamente en China viven 1.300 millones de seres humanos mentalizados para, despacito pero sin pausa, ganarse al mundo. Y no hacen excepciones por razas, por continentes o por situaciones políticas. Reflexionemos sobre este gran imperio. Sabido es que el mayor coeficiente de intelectualidad está precisamente en la 'sesera' de los mandarines, y si tenemos en cuenta que cada cuatro minutos nacen 295 chinos, es fácil comprender una relación progresiva de aumento de cerebritos imparables en el tiempo, repartidos por todo el mundo.
En los últimos 50 años han multiplicado por 2,5 el número de habitantes; y en consecuencia el número de competidores a niveles económicos y empresariales aumenta, asfixiando así a los más sanos mercados occidentales a pasos agigantados. Lo copan todo, desde las pequeñas a las macro-tiendas, restaurantes y otros establecimientos.

Estas reflexiones nos deben llevar a pensar seriamente en el futuro de nuestro país. Es muy respetable que los acuerdos internacionales faciliten a los orientales la opción de instalarse en España, pero todo debe de tener un límite. Aunque éste sea amplio, es previsible que al paso de unos cuantos años no quede nada en nuestro país que no sea de propiedad china. No tardarán en copiar el aceite de oliva, los toros o las fiestas de los pueblos. Luego, eso sí, los beneficios se marchan en los mismos contenedores en que han venido las mercancías.

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