Las setas mutan, cambian de familia y cada año hay novedades científicas que contar, subraya Alejandro Mínguez, organizador de las Xornadas Micolóxicas de Celanova.
Los micólogos de Celanova asistirán esta tarde a la ponencia del escritor Alejandro Mínguez sobre las setas medicinales en la clausura de las XXIV Xornadas Micolóxicas. Mínguez, que organiza las jornadas conjuntamente con Ricardo Mínguez y Ángela González, presentará su libro Cogomelos medicinais. Para el fin de semana queda la salida al campo, la cena degustación y la exposición de ejemplares en el aula de cultura de Caixa Galicia.
¿Cómo está siendo la temporada micológica?
Excelente. Ha llovido cuando tenía que llover y la temperatura es idónea. Este año no habrá problemas para completar una variada exposición, incluso con ejem plares gigantes como la langermannia gigantea, una seta medicinal en forma de bola muy común en la comarca que puede alcanzar los ocho kilos.
De setas medicinales versa la ponencia y el libro que hoy presenta, ¿hay desconocimiento sobre esta cualidad?
Sí, aunque la incorporación al mundo culinario está remitiendo esa fobia a las setas que hay en Galicia, las propiedades medicinales de los cogumelos son algo desconocido para el gran público. Incluso entre micólogos, sabemos que las hay y las identificamos, pero tampoco es algo que esté muy estudiado. De ahí que me animara con esta publicación, para explicar que existen y, aunque la mayoría de las medicinales se explotan a través de los labo ratorios, también hay ejemplares cuyo consumo se hace por prescripción médica porque son antibióticos, antidiabéticos, ricas en vitaminas o proteínas.
Después de 24 años, ¿quedan cosas nuevas por contar?
Sí, porque es un mundo en constante evolución. Además de refrescar los conceptos, que a todos nos viene bien, en el mundo hay 1,5 millones de setas de las que sólo 72.000 están clasificadas. Además, las setas mutan, cambian de familia y cada año hay novedades científicas.
¿Y cómo se mantiene el interés del público?
El nexo es mi padre, Ricardo Mínguez, que desde 1983 da continuidad a las jornadas y solventa las dudas de expertos y aficionados los 365 días del año, porque no sólo hay setas en otoño. Ser una zona rica en setas también ayuda.
¿Un consejo para aquellos que salgan estos días al campo?
La única regla es que no hay reglas, así que ante cualquier duda, lo mejor es desecharla.
¿Cómo está siendo la temporada micológica?
Excelente. Ha llovido cuando tenía que llover y la temperatura es idónea. Este año no habrá problemas para completar una variada exposición, incluso con ejem plares gigantes como la langermannia gigantea, una seta medicinal en forma de bola muy común en la comarca que puede alcanzar los ocho kilos.
De setas medicinales versa la ponencia y el libro que hoy presenta, ¿hay desconocimiento sobre esta cualidad?
Sí, aunque la incorporación al mundo culinario está remitiendo esa fobia a las setas que hay en Galicia, las propiedades medicinales de los cogumelos son algo desconocido para el gran público. Incluso entre micólogos, sabemos que las hay y las identificamos, pero tampoco es algo que esté muy estudiado. De ahí que me animara con esta publicación, para explicar que existen y, aunque la mayoría de las medicinales se explotan a través de los labo ratorios, también hay ejemplares cuyo consumo se hace por prescripción médica porque son antibióticos, antidiabéticos, ricas en vitaminas o proteínas.
Después de 24 años, ¿quedan cosas nuevas por contar?
Sí, porque es un mundo en constante evolución. Además de refrescar los conceptos, que a todos nos viene bien, en el mundo hay 1,5 millones de setas de las que sólo 72.000 están clasificadas. Además, las setas mutan, cambian de familia y cada año hay novedades científicas.
¿Y cómo se mantiene el interés del público?
El nexo es mi padre, Ricardo Mínguez, que desde 1983 da continuidad a las jornadas y solventa las dudas de expertos y aficionados los 365 días del año, porque no sólo hay setas en otoño. Ser una zona rica en setas también ayuda.
¿Un consejo para aquellos que salgan estos días al campo?
La única regla es que no hay reglas, así que ante cualquier duda, lo mejor es desecharla.
