"En las galerías se vende poco arte, en los bares la gente entra con otro ánimo"

CELANOVA (TAPERÍA GAIA). 03/11/2017. OURENSE. Retrato de Antonio Ángel Mariscal, pintor andaluz que presenta obra en la Tapería Gaia. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera Antonio Miguel Mariscal Gaitán.(ÓSCAR PINAL)

Una vista aérea de las plazas de Celanova centra la primera exposición del arquitecto cordobés Antonio Miguel Mariscal Gaitán, que hace años que cambió los planos por el lienzo

MAEC es el seudónimo de Antonio Miguel Mariscal Gaitán, un arquitecto cordobés que hace años que cambió los planos por el lienzo para trasmitir su particular forma de ver el mundo a través de la pintura. Una vista aérea de las plazas de Celanova centra la primera exposición que, hasta el 16 de noviembre, se puede visitar en la tapería Gaia de la villa de San Rosendo.

¿Cómo llega un cordobés a Celanova?

Vine en agosto a visitar a unos amigos que conocí hace unos años en Nueva York, y aquí sigo. Andrés Rodríguez, mi amigo y mecenas, me encargó unos cuadros sobre las plazas de Celanova para exponer en el restaurante de su padre "Fornos of Spain Restaurant" de Estados Unidos. Pero estando en Celanova no me he resistido a pintar las plazas de Vilanova dos Infantes, que tienen una gran complejidad, porque son más irregulares. Espero que gusten tanto como las de Celanova.

¿Qué tienen esos espacios que le atraen tanto?

Yo soy arquitecto y empecé a pintar a finales de los 80, precisamente las plazas de Sevilla, aunque luego cambié a una pintura más figurativa. Lo original de esta pintura es que se trata de una vista aérea, perspectivas que no son visibles al gran público en general. Y, en Celanova, estos rincones son maravillosos. Tanto la plaza Maior, con su Monasterio, pero también toda la arquitectura popular que le rodea. Lo que es una pena es que se haya perdido la arquitectura tradicional por culpa, entre otros, de algunos arquitectos insensibles. El bloque y el ladrillo han hecho mucho daño.

¿Cómo es pintar vistas aéreas desde el suelo?

Es un trabajo laborioso, pero casi me ha costado más el cambio de estilo. No estaba acostumbrado a trabajos tan minuciosos, con tanto detalle. Pero ahora que me he soltado, voy a seguir. El otro día estuve en Allariz y estoy barajando la posibilidad de seguir pintando las plazas de allí.

¿Cómo está siendo la acogida entre el público celanovés?

Creo que está gustando mucho y ya hubo gente que se interesó por algunos de los cuadros. Estoy pensando en recuperar este tipo de trabajo, porque son piezas más comerciales. Vivir del arte es muy difícil. Si te contara, ¡es para hartarte a llorar!. Además, este espacio (una tapería) es ideal. Lo vi y me pareció muy apropiado porque en las galerías se vende poco y en los bares y restaurantes la gente entra con otro ánimo y permite ese intercambio de opiniones tan interesante. 

¿Cuándo decidió dedicarse profesionalmente a la pintura?

Cuando intuí la crisis de la construcción (risas). Lo cierto es que tengo bastante obra desde 1989 que empecé, pero nunca me ha gustado mucho la exposición mediática. La última muestra en la que he participado ha sido en La Nacional de Nueva York, con una colección de pinturas y esculturas "Piernas y Piernetas".

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