Fernández Álvarez: “Los tramos sin muerte no solucionan la recuperación de población piscícola"

El celanovés José Ramón Fernández lleva tres décadas al frente de la sociedad de pesca Ponte Grande y es de los interlocutores de las sociedades colaboradoras no federadas delante del consejo provincial de pesca para abordar la problemática de los ríos ourensanos. ¿Cuál es el balance tras las últimas reuniones? Siempre positivo. Hemos puesto encima de la mesa soluciones que puedan solventar el problema de los ríos. Ahora veremos qué pasos quieren seguir, si hay más tramos sin muerte o si cogen el toro por los cuernos y apuestan por arreglar esto. En 30 años hemos hecho restricciones al hombre como elemento destructor y esto ha ido para abajo. ¿Cómo están los ríos? El principal problema es la contaminación, la calidad del agua. Los sistemas de depuración están obsoletos, sin funcionar o abandonados. Pensamos que los sistemas de depuración que están en manos de los concellos, deberían pasar a la Xunta para mantenerlos en buen estado. Luego están las especies invasoras que, con la excepción del visón americano, no existe un plan de control a nivel gallego y el cormorán es el principal depredador de los ríos gallegos. ¿Qué proponen? La erradicación absoluta no es factible, pero sí un plan de descaste anual porque sobran individuos. El cormorán no está en el catálogo de aves capturables, pero hay tantos que ya no le llega el mar y duermen aquí. Hay tramos donde se han avistado cientos y la respuesta de la Xunta es esperar por un plan encargado a la universidad… ¿Y sobre la pesca sin muerte? La implantación de más tramos de pesca sin muerte no es un sistema de gestión válido para la pesca. Si cerrásemos todos los ríos, no recuperaríamos la población, los problemas son los que hemos expuesto. Se tiene que respetar que los pescadores pesquen libremente en el tramo del río que quieran, respetando las normas establecidas. Pero no se puede tachar a la pesca tradicional como furtiva. ¿Qué pasa con las presas? Pontefechas (donde hace dos años se vino abajo la presa) es una pena verlo. Los pescadores somos conservadores de lo que había, porque daba riqueza y población al río. Pensamos que las pequeñas, como estas que servían para abastecer a los molinos, no representan un problema y lamentamos su abandono. Pero no vemos que haya intención de recuperarlas, y se están equivocando porque regula el caudal en determinados momentos. Además, para los canales tenemos un proyecto bonito para crear canal de alevinaje, para la cría de truchas.