La procesión de A Ramallosa abrió las fiestas en honor a la Encarnación

Miles de faroles iluminaron la noche celanovesa

La luz de calles y plazas, incluida la Maior, se apagó a las once de la noche para disfrutar de la procesión. (Foto: M.A.)
La luz de los faroles volvió a brillar en Celanova con motivo de la procesión nocturna de A Ramallosa, dentro de las Festas da Encarnación. Miles de personas se desplazaron en la noche del sábado hasta el casco urbano de la villa de San Rosendo para recorrer sus calles y plazas al compás de las charangas y los más de 20 grupos participantes en el concurso.
Faroles artísticos con alusiones cinematográficas a la Eurocopa, la crisis o la obra literaria de Celso Emilio Ferreiro, elefantes reales y hasta la reproducción del camión de una conocida empresa de Ramirás que el pasado mes de enero protagonizó un espectacular accidente contra una vivienda de Loiro (Barbadás) -y cuya magnífica confección le mereció después el primer premio del jurado- fueron las estrellas del colorido desfile. Merecidos también fueron los premios a los participantes en la modalidad de ramos tradicionales y de fachadas y comercios, donde la decoración de la Praza de Abastos lució de manera espectacular.

La fiesta pagana, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada en la conocida Praza do Millo, dejo paso ayer a las celebraciones religiosas con la misa y posterior traslado de la Virxe da Encarnación desde la iglesia conventual hasta la capilla que lleva su nombre. Por la noche, tras una tarde de paseos entre la Praza Maior y la Alameda al son de los acordes de la Banda de Música local y las compras en los puestos de feria, los vecinos y numerosos emigrantes que ya están instalados por la comarca se dejaron caer por la verbena de la Alameda.

El municipio, que celebrará sus fiestas patronales el 16 de agosto con motivo del San Roque, inicia mañana un intenso programa cultural la actuación del grupo de percusión Odaiko, el concierto didáctico de órgano de Marisol Mendive, el recital de Amancio Prada o los bailables de la Banda de Música de Celanova, entre otros.

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