Miles de personas disfrutaron de la "Ramallosa", la tradicional procesión protagonizada por los farolillos y por la música, que no faltó gracias a la ambientación de ocho charangas durante todo el recorrido por las calles de la villa
Celanova ha entrado en el mes de agosto por la puerta grande. Durante estos días, la localidad celebra las fiestas de la Encarnación, en honor a su patrona. Pero sin duda, la noche más multitudinaria de todas fue la de ayer.
Miles de personas se pasearon este sábado por las calles de la villa de San Rosendo para ser testigo de la procesión pagana más colorida de toda la provincia. Las luces de las calles se apagaron para dejar que los farolillos brillasen en la noche. Cualquier lugar era bueno si permitía ver el ambiente, en donde este sábado había gente de todas las edades con farolillos colgados. Miles de luces inundaron aceras, balcones y plazas en la noche más larga del año en Celanova.
La música de ocho charangas animó el pasacalles, en el que también hubo hueco para los premios a los faroles más originales y creativos.
