Olga Dorado es una apicultora en ecológico de Verea, que ante el asedio de las velutinas (perdió 40 de las cerca de 200 colmenas que tenía), decidió trampear todo el pueblo de Sanguñedo y regalar trampas a sus vecinos.
¿Porque decidió regalar trampas?
Yo tengo una explotación y desde hace dos años tengo una invasión de ellas, que me acaba con las colmenas. Lo mejor para eliminarlas, dicen los expertos, es colocar trampas en la primavera para coger las reinas. Yo ‘trampeo’ mi zona, siete kilómetros monte arriba, y río abajo también. Tengo más de 150 trampas, pero de nada sirve ‘trampear’ tu pueblo y alrededores, si después en el de al lado no lo hacen.
¿Como hace?
Al principio iba por los pueblos repartiendo, pero como vivo junto a una carretera transitada, las dejo fuera, con líquido y todo, para que la gente no lleve trabajo. Animo a la gente a que lo haga. Los apicultores, que son los más perjudicados, pero también a los concellos, a los vecinos…Tenemos que luchar todos.
¿La gente las lleva?
Estos días ya me llevaron más de 12. Luchar o rendirse, y yo soy de la idea de luchar por las abejas, por la naturaleza y por todo, para que le quede a la gente que viene detrás un mundo un poco mejor.
