El oso volvió a los bosques de Sande (Cartelle), aunque este sábado no fue, como otros años, un día de fiesta y reunión en este espacio natural, donde decenas de personas disfrutaban de los menús preparados en las bodegas por los vecinos. Tras la gastronomía le tocaba salir al oso para darle captura y conducirlo hasta el pueblo, donde quedaría preso hasta el martes, cuando sale atado con cadenas y custodiado por las bonitas.
