Un millar de propietarios de San Tomé han visto ratificado el acuerdo de concentración parcelaria que hace una década arrancó en esta parroquia del Concello de Cartelle. El Diario Oficial de Galicia aprobó ayer la reorganización de 1.636 hectáreas, que pasarán de las 26.554 parcelas iniciales a 3.075 en un proceso que ha supuesto una inversión pública de más de cuatro millones de euros. “Este paso supón a determinación dos predios de reemprazo cos novos titulares, coa superficie resultante da reorganización e coa nova clasificación da terra”, explicaban desde la Consellería de Medio Rural.
La tramitación, que ahora deberá ir acompañada del proyecto de ejecución de las pistas secundarias que ya están encargadas a Tragsa por 1,2 millones de euros, “é un paso máis”, reconocía Jaime Sousa, alcalde de Cartelle donde actualmente hay cinco procedimientos abiertos para la reorganización de las tierras y donde se ha constatado un incremento del interés por la ganadería en extensivo. “A xente está preguntando. O certo é que o monte, as fincas, só se manteñen limpas si hai gando”, dijo.
Además de la de San Tomé, en el concello estarían pendientes de la entrega de los títulos de propiedad las parcelarias de Cartelle (1.114 hectáreas), Mundil (885) y Vilar de Vacas (389). Quedando pendiente Santa Baia de Anfeoz, con las bases definitivas para 714 hectáreas aprobadas desde 2012 y que ahora “haberá que darlle unha volta, porque a lei cambiou e temos que adaptala”, dijo Sousa Seara quien, en la última reunión mantenida con el conselleiro José González, se planteó la posibilidad de estudiar el desarrollo de un polígono agrario.
Más de 728 hectáreas
A estos cinco procesos en tramitación, en Cartelle se han desarrollado desde finales del siglo pasado cuatro parcelarias más, ya finalizadas, en los lugares de Doniz, Espiñoso-Marabillas-Freixoso, Sabucedo de Montes y A Ulfe, que suman 728 hectáreas.
Desde la oposición, el portavoz del PSOE, Jesús Pereira, ha cuestionado duramente los retrasos en la tramitación y entrega de los títulos de propiedad en las diferentes parcelarias de Cartelle, algunas iniciadas en 1971. “Dende que empezamos a protestar, parece que algo se está a mover. O problema agudizouse co plan básico municipal. Moitos propietarios, para acreditar que as fincas eran deles, porque non tiñan escrituras, tiveron que pedir certificados a Estruturas Agrarias e nalgúns casos tardaron 15 días”, asegura Pereira, quien se mostró también muy crítico por el planeamiento aprobado inicialmente a finales de marzo. “Non hai por onde collelo”, dice Pereira sobre un documento de ordenación que “deixa fóra casas con alcantarillado, é todo rústico”.
