Lerma revive sus años de máximo esplendor con la Fiesta Barroca

El municipio de Lerma, con la "Fiesta Barroca", revive este fin de semana la época de su máximo esplendor, cuando en el siglo XVII el duque y la duquesa de Lerma consiguieron acercar a esta localidad, situada a 40 kilómetros de la capital burgalesa, la Corte de Felipe III.

La Fiesta Barroca, organizada por el Ayuntamiento, cuenta con la colaboración de los vecinos y del grupo teatral "La Hormiga", que se encargan de la ambientación barroca del municipio, así como de las vestimentas propias de la época.

Los edificios de la villa se encuentran engalanados con tapices y banderas, mientras que por las calles desfilan carrozas, cortejos, zancudos, malabaristas, enanos y gigantones.

No faltan tampoco otros espectáculos y actividades paralelas, como juegos, bailes y representaciones teatrales propias de la época, así un espectáculo de luz y sonido.

Ernesto Pérez, director del grupo La Hormiga, aseguró a Efe que se trata de la octava edición de esta fiesta, que se desarrolla a lo largo del fin de semana, y que es acogida por parte de los vecinos y visitantes "con un notable entusiasmo".

Añadió que esta iniciativa surgió con la intención de recrear y ambientar el esplendor que tenían Lerma en el siglo XVII las fiestas que organizaba en la villa el Duque de Lerma.

Además de las actividades de animación de calle, la localidad acoge otras iniciativas culturales de importancia como la representación de la obra de teatro "El Palacio Confuso".

Pérez indicó que Lerma, con estas actividades, a las que asisten varios miles de personas, se transforma porque su casco histórico conserva el sabor propio de la época gracias a su arquitectura y a la conservación de las fachadas de los edificios.

Señaló que en total son cerca de 200 vecinos y personas vinculadas a la localidad los que colaboran en estas actividades para conseguir que la villa se convierta durante el verano en una "referencia cultural" que se traduzca en el incremento de visitantes que busquen calidad y ofertas diferentes y más originales.

En este sentido los organizadores recuerdan que los gigantones, zancudos y malabaristas son vecinos del propio municipio que llevan ensayando sus actuaciones durante meses.

Los 200 vecinos que colaboran con esta iniciativa participan como malabaristas, zancudos, diablos, enanos, gigantones y músicos, y también colabora el grupo Espliego, de la localidad burgalesa de Villadiego.

Ernesto Pérez resaltó que esta iniciativa tiene también por objeto contribuir a desarrollar, conservar y restaurar el patrimonio cultural y precisó que la fiesta barroca debe ser considerada como "cultura viva".

Además recordó que las fiestas que más prestigio lograron en el siglo XVII fueron las de la Corte, en Valladolid y posteriormente en Madrid y junto a ellas, durante todo el reinado de Felipe III las de Lerma.

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