Arte et alia

Primeras paredes de exposición de la temporada

Na exposición de Julia Barreiro.JPG_web
photo_camera Na exposición de Julia Barreiro.

Julia Barreiro Manzano (Vigo, 1961), acuarelista de recorrido, ha sido la primera en inaugurar, renovando las paredes del Espacio de Arte de Roberto Mariño “Verino” en su tienda de moda. Trae temas sin complicaciones desde el retrato, concreto o imaginario, de púberes canéforas, o ninfas que diría Francisco Umbral, adolescentes muchachas de similares ‘faces’ e inexpresivos ojos en globo. Con intercambiables rostros, tan similares, de frente o perfil, semejan disculpas para desarrollar expresivos tocados de telas en sus cabellos, consiguiendo desde sus precisas pinceladas una verosimilitud, un atrezzo ornamental con el que transmitir sensaciones táctiles. En el apresto final, unas luminosas manchas blancas le dan carácter de memoria, con los ojos entreabiertos todavía envueltos hacia dentro desde el sueño de las siestas de verano. La autodidacta artista, que expone desde 1999, hace a veces bustos, mas no varía su quehacer. Una visita a este rincón plástico de la tienda RV en la Rúa do Paseo, sección hombres, iluminará las apagadas gamas tonales textiles de la sala.

Adolescente en pose lúbrica, uno de los cuadros restaurados.JPG_web

 

Adolescente en pose lúbrica, uno de los cuadros restaurados.

OCHO CUADROS RESTAURADOS

Puso la Deputación ourensana estas obras en la Escola Svperior de Conservación e Restavración de Bens Cvlturais de Galicia, Pontevedra, y tras doce años se muestran públicamente en el centro Marcos Valcárcel. La intervención contó con la dirección de la especialista Ana Villarquide Jevenois. El primero de la serie es el Abad San Veremundo, navarro de patria, siglo XI, que desarrolló desde su monasterio benedictino de Irache acciones caritativas y de acogida de los peregrinos a Compostela, siendo considerado patrón del Camino. La obra procede de la Abadía de Celanova, al igual que la Visitación, de gran efectismo teatral y narrativo, con Joaquín y José. Presenta un barroquismo en tres planos y una iconografía en la que podría ahondarse. Del convento de San Francisco de Ourense es La aparición de tres Virtudes a San Francisco, obra del santiagués Juan Antonio García de Bouzas (1680-1755), artista gallego educado en Madrid a la sombra del napolitano Luca Giordano. También dieciochesca es la escena de la Coronación, entre ángeles cantores y músicos, obra atribuida a Juan Antonio Amoedo, de Ribadavia, aunque nada se indique en sala. Su disposición depende de la del artista boloñés Guido Reni del Mº del Prado.

Otras son retratos. Jesús Soria, profesor de dibujo en el Instituto desde 1906, firma el de Calvo Sotelo en 1938, dos años después de que este falleciese... Al coruñés Román Navarro García de Vinuesa (+1928), teniente coronel de Húsares y pintor de vocación, se le atribuye el del Rey Alfonso XIII, 1913. De su mano es Cesáreo Rodrigo, obispo de Ourense desde 1876, quien mandó erigir el seminario que levantó Antonio Queralt, reconvertido ahora en casa episcopal y oficinas de la diócesis, que también reorganizó. Mas es Adolescencia (sic), de José Rodríguez Castro, 1930, la obra que descuella: figura femenina desvestida rodeada de explícitas alusiones sexuales, que nos mira echada y enjoyada. Inspirada en la Venus dormida del Giorgione, aunque en la obra de este pintor renacentístico veneciano, para comitentes aristocráticos, podamos buscar relación entre Eros y magia, mas aquí con desarrollo más vulgar y prosaico.

Te puede interesar