Adelantarse pronto con un golpeo excelso de Rubén García que remachó Javi Pazos no le bastó a un Barco que se arremangó demasiado tarde ante el Allariz
Respondón salió el Allariz, la segunda salida del Barco tampoco se saldó con victoria. Se adelantaron pronto los valdeorreses, a los nueve minutos, el golpeo de Rubén García a balón parado no tiene rival en la categoría. Se acercaba el descanso cuando igualaron los alaricanos, minuto 43, Ocampo acabó derrotando a su propio guardameta. La última media hora fue visitante, Juanito Bazo tuvo dos cabezazos para sellar el triunfo. No entraron, con un pelotazo que Óscar Martín cruzó tanto que acabó en el lado del centrador acabó el partido seis minutos después del noventa.
No se había jugado un minuto y ya Aleixo había mandado una pelota rozando el palo. El primer cuarto de hora cumplió el guión paso por paso, mandaba el equipo que no hace demasiado había peleado el ascenso a Segunda RFEF ante un animoso grupo de futbolistas que disputaban los primeros minutos en la Preferente. Con cambios constantes de orientación rompía líneas el Barco, que por encima de todo se subió al golpeo de Rubén García, excelso, tan bueno que decidirá partidos por sí solo pero no será suficiente en todos. En uno de ellos, después de una falta en la que ahogaron la salida de Javi Pérez, que terminó cometiendo falta, el 14 visitante colocó la pelota en el segundo palo, desde allí fue impulsada al otro poste y por allí apareció Javi Pazos para depositarla dentro. Sencillo, efectivo.
No se vino abajo el Allariz, tampoco arriba el Barco, que tampoco vio la necesidad de lanzarse a cerrar el partido, dio la sensación que con manejar le bastaba. Al filo de la media hora dieron la primera señal de vida en ataque los locales, el cabezazo de Víctor Gallego no encontró portería. Tampoco la respuesta inmediatamente posterior, Óscar Martín empaló demasiado arriba.
Otra pelota que era oro molido de Rubén García trajo la desazón a los de Regal, como pudo la sacó el portero y el pelotazo de Konate acabó en la esquina. El minuto 43 se jugaba cuando a Ocampo todo le salió mal. Primero vio como Víctor Gallego le ganaba la posición con un cuerpeo con el que no pudo, después remató como un goleador el centro lateral. Equivocó la portería, empate. Y gracias, porque dos después, el tiro de Veloso no pasó demasiado lejos del palo.
Movió ficha Otero en el descanso, Sergio Álvarez por Aleixo, Rubén García solo como pivote. No se inmutaba el Allariz, que corría como si no hubiese un mañana, para abajo y para arriba, para defender pero sin descuidar el ataque. Veloso se lanzó a por el saque del portero y encaró al guardameta rival, el mano a mano se le fue. Pero el susto estaba dado.
Con el paso de los minutos se inclinó el campo, el Barco ahora sí apretó. La tuvo Javi Pazos, pero la rosca que buscó después que Óscar Martín le quitase rivales con un movimiento muy inteligente se perdió cerca del poste.
Faltaba el aire en los verdinegros, que ahora ya sí daban por bueno el punto. Rogerio marcó, pero el gol fue anulado por fuera de juego del centrador. Rogerio, un incordio, ya llevaba minutos en el campo cuando Juanito Bazo reemplazó a Javi Pazos. Dos cabezazos buenos tuvo el gaditano, el portero se los sacó.
Tarde, demasiado tarde se arremangaron los barquenses, que movieron y movieron en los minutos finales pero poco se acercaron ya por la puerta de Marcio. La tuvieron en la última jugada, en el último remate, pero Óscar Martín colocó mal el pie.
