El coruñés Andrés Díaz, plusmarquista europeo de los 1.500 metros "indoor", recuerda la gesta y habla del futuro de la pista cubierta en Ourense
Han pasado 18 años y ocho meses desde que el atleta Andrés Díaz (A Coruña, 1969) estableció el récord de Europa de los 1.500 metros en pista cubierta en 3 minutos, 33 segundos y 32 centésimas. Sucedió el 24 de febrero de 1999 durante un 'meeting' celebrado en El Pireo de Atenas. Nadie ha vuelto a correr la distancia tan rápido bajo techo. "Al cruzar la meta y ver el tiempo en el marcador pregunté si estaba bien el aparato". Afrontaba la prueba para afinar la preparación del Mundial de Japón que se celebraba una semana después en Maebashi y en el que consiguió el bronce. "Ni sabía cuál era el récord de Europa, sólo que lo tenía el británico Peter Elliot".
Su amigo Pedro Esteso hizo de liebre con el objetivo de batir la plusmarca de España en las piernas de Fermín Cacho (3:35.29). "El pabellón estaba abarrotado, pero sorprendentemente no había ruido. Escuchaba perfectamente los tiempos que me iba cantando mi mánager y le pedí a Pedro que tirase más porque iba muy cómodo. Cuando me dejó en el 1.000 a un paso de 2:23 todavía seguíamos en grupo y decidí arrear en vez de esperar a la última vuelta. Acabé los últimos 500 metros en 1:10 y le metí dos segundos a William Tanui, campeón olímpico en 800 metros en los Juegos de Barcelona 92".
Cuando por megafonía se anunció el nuevo techo continental la alegría se propagó de la pista a la grada y el eco de la hazaña aún perdura. "Para correr mucho necesitas mucho nivel a tu lado. Viví una época en la que estaban El Gerruoj, Ngeny, Fermín Cacho, Morceli, cuatro campeones olímpicos, Reyes Estévez... Por un lado está mal, porque haces 3:31, como yo en el Mundial de Sevilla al aire libre, y quedas quinto, ni siquiera llevas medalla, pero esa gente que está por debajo de 3:29 tira mucho de ti. No había carreras tácticas, todas a ritmo de récord del mundo. Sólo hay una persona a la que no he ganado nunca y es El Guerrouj".
Andrés Díaz se asoma ahora a una reproducción de la pista cubierta de Expourense que se inaugurará el próximo 16 de diciembre. "Es muy bonita y parece funcional. Yo a Ourense le tengo mucho cariño porque mi primer campeonato de España, el 1.500 promesa, lo gané con 19 años en la pista de Monterrei".
En una disciplina deportiva acostumbrada a superar el deterioro de las instalaciones para entrenarse, la inversión de la Xunta de 2,7 millones para contar con un recinto en el que incluso se podría intentar batir un récord de Europa se agradece. "Hablé con Marta Míguez, la secretaria xeral para o Deporte, y veo que sigue con los pies en la tierra, mantiene el contacto con los deportistas y aprovecha su experiencia en vez de sucumbir a un perfil más político".
Ourense se convertirá en un referente para el atletismo del noroeste peninsular. "Sin pista no pueden salir atletas. Se puede jugar al atletismo en los colegios, pero se quedará en un juego porque es como si entrenas para competir en Fórmula 1 por una carretera convencional".
Andrés Díaz recuerda como en la cubierta de Riazor, la única de Galicia hasta la fecha, pero con una cuerda de sólo 167 metros que no permite celebrar competiciones internacionales, intentó el récord de España de 1.000 metros en el año 2001 y acabó mareado como una peonza. "Estaba para correr en 2:17, pero hice 2:21", lamenta con una sonrisa.
La pista de Expourense no sólo contribuirá a mejorar las marcas de los atletas gallegos de la actualidad como el viveirense Adrián Ben. Andrés Díaz pisó el Olimpo hace 18 años y ocho meses en El Pireo de Atenas gracias a que en la década de los 80 vio intentar batir el récord del mundo de 5.000 metros al marroquí Saïd Aouita en el estadio municipal de Riazor.
Fue cuando él dudaba entre continuar practicando el deporte que mejor se adaptaba a una zancada tan larga como la plusmarca que sigue poseyendo o abandonar la pista. Acertó y sigue en la historia.
