Dos realidades muy distintas y una necesidad común de puntar y avanzar puestos en la clasificación, unían y a la vez diferenciaban, a los dos equipos rivales, en la cita de la jornada 12 sobre el “barrizal” de A Queixeira. Un Atlético Arnoia, en dinámica ganadora y un CD Barco, con “la espada de Damocles” de siete jornadas consecutivas sin conocer la victoria. Las tendencias se confirmarían al final del encuentro.
El pésimo estado del terreno de juego marcaría el curso del partido, pero no el resultado, donde el Atlético Arnoia se adaptó mejor a las circunstancias desde el primer instante, cuando en un saque de esquina botado por Presas, quedaba franco para Dani Arbo, tras rechace, que sin pensárselo empalaba una chilena a la red. Gol de bellísima factura que suponía el 1-0 y que condicionaba el choque desde el minuto 2.
El Barco intentaba reaccionar, pero no conseguía generar ocasiones, tan solo un tímido disparo de Óscar desde fuera del área que conseguía atrapar el meta local Borja sin dificultad. El Arnoia sin prisa, pero con pausa, buscaba la velocidad de Kike y de Rubén Arce. En una de estas, Presas filtraba un pase al propio Kike al área, que este no puede convertir en gol. La hábil intervención del guardameta visitante Pacho lo evitó y con ella la oportunidad más clara para poner incrementar la renta.
Tras este arreón inicial, el encuentro entró en letargo y ninguno de los dos equipos, pese a la lucha y la brega de la que hicieron gala, intimidaron la meta contraria. Rubén Arce lesionado, dejaba su puesto a Alfredo cuando sobrepasábamos la media hora, a la postre el jugador más valioso del partido. En el 42 a la salida de un córner, Arbo la mandaba fuera de cabeza.
Tras el descanso, Lino Estévez, técnico visitante hacía entrar en el campo a Rogério en sustitución de Isi, buscando más verticalidad. Los ataques del Barco se apoyaban en un Óscar Martín que intentaba poner un poco de criterio y calidad en los últimos metros. En el 61, una salida en falso de Borja en una falta botada por los visitantes desde la derecha puso la incertidumbre en la grada. En el 67, Manu Arias la mandaba alto desde la central. Los mejores minutos del equipo rojillo se completaban, con un cabeazo en el 73 de Juanito que por muy poco se iba fuera. Para aquellas Manel ya había dado salida, entre otros a un Kike batallador, que en un buen pase a Alfredo, había dado el primer susto de la segunda mitad. El segundo llegaría por mediación nuevamente del incombustible Dani Arbo de cabeza a la salida de un nuevo córner y que Pacho despejó como pudo. En el epílogo lo mejor. Lino quemaba sus naves con la entrada de Ibra y Keita en el 85. Un minuto después, sus planes se venían abajo tras un saque de banda de Arnoia por la derecha que Alfredo controlaba en el área y a la media vuelta sacaba de la chistera un enorme disparo a la escuadra que suponía el 2-0. Lo que parecía la sentencia no lo fue tanto. El Barco reaccionaba y acortaba diferencias, al transformar Javi Pazos un penalti, tras un derribo de Veloso a Manu en el área.
Error de Pacho
La emoción tocaría a su fin con el tiempo cumplido y de la manera más absurda y cruel posible para los visitantes. Pacho se entretuvo en la salida de balón y Alfredo, muy listo en la presión, cortaba y mandaba a la red el definitivo 3-1. “La espada de Damocles” sigue presidiendo en Calabagueiros.
