Calurosa tarde de domingo la que acompañó al derbi que disputaron el CD Barco y el Atlético Arnoia, que se saldó con un 2-1 para los locales tras un igualado partido.
El envite respondió a las expectativas en emoción, pero no tanto en juego, con escasez de ocasiones y mucha tensión. Resumen perfecto a lo visto sobre el césped en 90 minutos de máxima igualdad. Tras un cuarto de hora inicial de dominio alterno y con apenas peligro en las áreas, llegaría la primera oportunidad visitante en una falta peligrosa que no tuvo consecuencias. Al filo de la media hora, se estrenaría el luminoso merced a un penalti por derribo en el área de Judi. Óscar Martín fue el encargado de transformarlo, adelantando a los de Lino Estévez.
El conjunto de Manel, que ayer cumplía años, no acusó este primer jarro de agua fría y consiguió la igualada apenas cinco minutos después. Dicha réplica llegaría a la salida de un córner, con centro magistral de Adrián Presas al punto de penalti, la intentó atrapar el meta local Imanol, cabeceándola Rubén Arce a la red: 1-1.
En la segunda mitad el Barco propuso un poquito más, pero se encontró con una sólida defensa visitante que no pasó demasiados apuros, pese a las llegadas y centros al área que los locales disfrutaron en su empeño por conseguir la victoria. La resolución llegaría en el minuto 75, con otra pena máxima señalada a favor de los locales, esta mucho más discutida por los visitantes y que supuso la expulsión de Sandro al ver su segunda tarjeta amarilla por supuesto agarrón en el área a Gonzalo. Javi Pazos no falló, transformando la pena máxima en el 2-1.
El partido no cambió en demasía, pero sí se igualaron las fuerzas cuando tras una fea entrada de Carlos Cruz a la altura de la rodilla supuso la roja directa y el camino de los vestuarios, quedándose los dos equipos con diez jugadores. Antes del final, con un Arnoia romo en ataque buscando la igualada, los locales llevaron peligro en dos tímidos contragolpes. El Barco adelanta a Moaña y Ribadumia en la clasificación.
