El Velle tiene la mente puesta en jugar los play off. Su referente en ataque, Benito Pérez Cabido (25-6-1987), está aportando goles, los dos últimos ante el Vilariño en un duelo que acabó 4-0, “aunque en el acta aparece que metí tres, el 3-0 fue una asistencia mía para que lo marcase Adrián Blanco”.
Para el delantero está claro que llevan una buena dinámica. “Somos un equipo joven, con una media de 21 años quitando a Carlos Figo y a mí y, aunque sean buenos jugadores, esta categoría requiere experiencia en muchos aspectos y Peluso lo recalca”.
Al ariete del Velle, con pasado en Barbadás, Ribeiro, Valenzá, Lalín, Polígono, Leiro y Outomuro, la llegada de sus dos hijos le ayudaron en su forma de ser. “Fui un chico muy independiente y, al final, en el fútbol siempre hace falta esa persona que esté a tu lado, te guie, te tranquilice y que no te haga tomar decisiones erróneas. Tengo un carácter muy fuerte y muchas veces me equivoqué y la cagué. Ahora la familia, el trabajo y las responsabilidades hacen que vea todo de distinta manera y a veces pienso si tuviese 10 años menos a lo mejor disfrutaría el fútbol a otro nivel. No se puede volver atrás, sino ir para adelante”.
Hay jugadores veteranos como el caso de Benito que siguen dando el callo. “Mientras pueda tengo claro que seguiré. Cada día me cuido más y el fútbol alimenta a los que nos gusta. Como capitán hablo con muchos compañeros y casi disfruto más entrenando que jugando, porque durante la semana me siento bien y eso lo vas aprendiendo con los años”, destaca el futbolista.
El atacante no duda en afirmar que la del Allariz es la mejor plantilla de la liga “porque tiene jugadores veteranos muy buenos y luego se incorporaron Íker Rodríguez, Álvaro y Eiro, que son un complemento muy bueno”.
Depender de sí mismo
El Velle ocupa la tercera posición, a dos puntos del Monterrei, y depende de sí mismo para seguir ocupando una de las dos plazas de play off. “Hay que estar muy metidos y competir en todos los partidos para poder optar al ascenso, que no es fácil. Hay que ir partido a partido, trabajar muy duro y eso se nota en cómo estamos físicamente, porque acabamos siendo superiores al rival. Debemos seguir en esa línea y no se puede fallar”.
