El Celanova dio un paso hacia la permanencia después de imponerse por 2-1 al Marín, un rival directo, en un partido en el que comenzó mandando en el marcador, se le complicó en la recta final del primer tiempo y recuperó cuando parecía que lo tenía peor.
Apenas tardaron 16 minutos loa locales en adelantarse en el marcador. Tras un saque de banda, Guerra recogió el balón y tras encarar la meta rival remató para sorprender al Marín y establecer el 1-0.
El equipo pontevedrés no le perdió la cara al partido y pasó a ejercer el dominio. Fruto de ello llegó un penalti en el minuto 30 pero no lograría transformarlo. Sí llegaría el empate en el último minuto del primer tiempo, en una acción en la que los locales reclamaron fuera de juego.
Con el Celanova hundido anímicamente, el partido parecía en las manos de un Marín al que le faltó ambición. Sacudido al dominio, el equipo entrenado por Ángel Mociño comenzó a creerse que podía sacar más tajada que un punto y en el minuto 68 llegaría el gol de la victoria. Giorgio prolongó un acción a balón parado y Diego puso el 2-1. Cristian tuvo después dos acciones para sentenciar. 'É certo, estamos mostrando unha sensación de sufrimento constante, pero a ver se este resultado serve para estabilizarnos', señala Mociño.
El equipo pontevedrés no le perdió la cara al partido y pasó a ejercer el dominio. Fruto de ello llegó un penalti en el minuto 30 pero no lograría transformarlo. Sí llegaría el empate en el último minuto del primer tiempo, en una acción en la que los locales reclamaron fuera de juego.
Con el Celanova hundido anímicamente, el partido parecía en las manos de un Marín al que le faltó ambición. Sacudido al dominio, el equipo entrenado por Ángel Mociño comenzó a creerse que podía sacar más tajada que un punto y en el minuto 68 llegaría el gol de la victoria. Giorgio prolongó un acción a balón parado y Diego puso el 2-1. Cristian tuvo después dos acciones para sentenciar. 'É certo, estamos mostrando unha sensación de sufrimento constante, pero a ver se este resultado serve para estabilizarnos', señala Mociño.
