Correr como una forma de vida

La conocida como disciplina del "running" gana adeptos en Ourense a un ritmo trepidante

Más de diez mil inscritos para el momento en que estas líneas se escriben, a punto de pulverizar cualquier registro anterior -incluso teniendo en cuenta que por vez primera se trata de una edición en la que hay que pagar en la prueba absoluta- hacen de la Carreira do San Martiño un fenómeno atlético de masas. Para quien no ha corrido nunca, o no suele practicar el running, salta sugerente la duda: ¿por qué? Es de todos conocida la fácil solución discursiva: corren sin que nadie les persiga y para llegar al mismo sitio. Error: quien corre lo hace para perseguir un objetivo claro que le impulsa; y, pese a llegar al mismo lugar, el cambio opera en otra dimensión: el que cambia es el corredor, pues cada paso supone un puntual esfuerzo en una dirección inequívoca que le transforma.

UNA DISCIPLINA EN AUGE

Cada día es mas común ver gente corriendo, a toda hora y en cualquier lugar. Ourense es una ciudad privilegiada, pues su entorno fluvial, así como sus calles tranquilas la convierten en un buen lugar para correr. Así mismo, la provincia en general, posee una oferta variopita de rutas para darle a la zapati- lla. La enorme cantidad de carreras cada fin de semana lo confirma. Las razones para el auge de la práctica del correr son simples de resumir: un deporte sencillo de comenzar a practicar, de relati- vamente fácil acceso para todos, de beneficios contrastados, barato, e, incluso, de moda. Óscar del Campo, miembro del club Esprintes de Ourense, lo define como ‘socializador’: “El boca a boca: la gente habla de lo bien que sienta a la larga, de los beneficios que reporta. A la vez es socializador. En la medida que sea moda, será pasajera por definición, pero creo que en una gran parte de la población será algo estable, sobre todo al ver sus beneficios”.

César Fernández, responsable de la tienda Run 04, es enfático al afirmar que el correr, como todo deporte, genera un cierta adicción: “El deporte engancha, en general todos los deportes. Yo creo que los deportes que se hacen en individual enganchan porque al final luchas tú contra ti mismo, y te vas marcando unos objetivos: siempre tienes un reto. Al final te vas enganchando y haces del correr una forma de vida; algo que cada vez la gente lo está haciendo más: empiezan a correr por motivos de salud, y terminan y haciendo maratones".

UNA PROVINCIA EN MOVIMIENTO

La oferta de fin de semana para el habitual corredor popular llega en ocasiones a ser tal, que le obliga a plantearse dudas a la hora de escoger.

César Fernández lo ve como algo positivo: ofertas como el circuito ‘Correndo por Ourense’ ayudan a integrar los barrios de la ciudad en torno al deporte. “Está bien, porque fomentas el deporte en todas las categorías, por tanto, estás involucrando a los padres y a los ni- ños, creando afición desde la base. Luego fomentas barrios: hay mucha gente que vive en un barrio y no va a otro, con eso fomentas que la gente se mueva en la ciudad”. En cambio, Óscar del Campo opina que el exceso de oferta no siempre es algo beneficioso: “Hay mucho negocio alrededor y el exceso de oferta puede llegar a dañar a la carrera 'popular'. Todo depende cómo se tome. Un exceso de competencias en ellas puede terminar apartando a muchos que solo buscan una válvula de escape y un modo de cuidar la salud”.

10 KILÓMETROS: UN RETO

La carrera del próximo domingo significa un reto para muchos c rredores. Si bien es cierto que diez mil metros suponen un reto medianamente accesible para cualquier corredor, no es menos verdadero que afrontar la distancia requiere un mínimo de preparación previo. Para Víctor Puertas, Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, la consigna para este evento es clara: pasarlo bien y fomentar el deporte en la ciudad: “Creo una carrera popular como la San Martiño es para disfrutar. Es para iniciar a la gente, y para crear un vínculo en la ciudad con el deporte, una actividad sana y que se debería de practicar mas”. Como condición mínima, eso sí, conocer su potencialidad atlética y trabajar en función a ella: “Para este tipo de carreras (el mundo del corredor popular), cada corredor debe conocer como es su estado de forma. Si no busca acreditar ninguna marca, no es fundamental realizarse una prueba de esfuerzo; pero si es una persona que note que puede tener riesgo a la ho- ra de realizar cualquier actividad deportiva, sí: debería ir al médico para ver si está en condiciones de realizar dicha actividad”.

Al afrontar un reto de esta naturaleza, lo de menos es, a juicio de Óscar del Campo, el atender el reloj, el ritmo, o las pulsaciones: “Si es la primera vez que corre un diezmil, que salga a disfrutar. Que escuche los miles de pisadas a su alrededor y que se deje llevar por las sensaciones. ¡Que disfrute! El tiempo de hacer mejor marca será para el año que viene”.

En suma, lo importante es disfrutar y ser partícipe de una gran ocasión. Eso sí, sin renunciar a la debida preparación y sentido común: hay que ser realistas y saber qué suelo –y a qué ritmo- se está pisando. Así lo cree César Fernández: “Para correr una carrera, lo primero: hay que tener una pequeña preparación. Lo que yo le digo a la gente: en una competición hay que disfrutar. Si vas y sufres, es que no estás bien preparado, o es que has ido por encima de tus límites. Eso no vale para nada, tienes que llegar a la meta sonriente. Cansado sí, pero lo justo: ni muerto, ni vomitando, ni con dolores. Tienes que llegar cansado pero satisfecho, y con ganas de hacer otra al siguiente día”. El plazo de inscripción acaba hoy, una vez que haya leído este reportaje, tiene aún tiempo para formar parte de esta singular historia. Además, su salud se lo agradecerá.

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