“Me da algo de miedo pensar qué haré cuando se acabe el baloncesto”

El jugador del COB, Julio González
Asegura no recordar cual fue su primer partido en la Liga LEB pero mañana cumplirá 450 casi consecutivos en una competición de la que sigue siendo uno de los jugadores más cotizados. El partido de Andorra situará al capitán del COB como el jugador con más partidos disputados en la historia de la Liga.
Se dice pronto, 450 partidos.
Te hace estar muy contento, darte cuenta que la gente ha confiado en ti y tal y como está esto ahora es muy importante. Muy agradecido a los entrenadores y los directivos que han confiado en ti.

Pero empezó en el baloncesto casi por casualidad.
Sí, hacía atletismo y en el colegio nos obligaban a hacer dos deportes. Con 14 años fui a un campeonato con la selección de Lugo y me vieron los ojeadores del León y del TAU. Mis padres decidieron que fuese el León.

¿Tiene algo que ver el atletismo con su físico? Siempre ha destacado por él.
Es todo genético, de mi padre. Tiene una buenos gemelo (se ríe). Hacía pentatlón y hace poco un entrenador de Lugo me dijo que aún tenía el récord gallego infantil.

Ha podido influir su musculatura en el tiro.
No creo, antes tiraba bien. No era un gran tirador pero sí aceptable. Recuerdo hacer partidos con seis de siete en triples.

¿Entonces?
Una temporada en León se pusieron a medirme la postura del codo, a ponerme videos, sesiones de tiros de horas sentado en una silla... en vez de arreglarlo me lo estropearon del todo.

Se acordará de aquellos entrenadores.
Se acuerda más mi madre.

Es clave en su juego.
Es lo que me ha limitado para estar más arriba aunque el tiro creo que es también algo mental. Va por rachas.

¿Cómo es ser 'júnior de oro'?
Fue un punto de inflexión en el baloncesto español. La televisión le dio mucha repercusión. Sabíamos que teníamos opciones pero que USA era la favorita. Fue un verano inolvidable.

¿La medalla?
La tiene mi padre en su casa. Tiene esa y algunas otras enmarcadas. Habrá que empezar a robárselas.

¿Qué espina tiene todavía clavada?
Jugar en la ACB. Pude ir para cubrir cupos pero sabía que no tendría protagonismo y preferí no hacerlo. Ahora los clubes apuestan más por los jugadores naciones y quizá sea más accesible que antes pero ya lo veo muy complicado. Eso y conseguir un ascenso, saber lo que se siente porque ya he vivido cinco o seis ascensos en contra.

Y estrujando tantos partidos, ¿Cuál es el mejor recuerdo?
No me quedo con algo en concreto, me quedo con la gente que he conocido.

Estamos hablando como si fuese una retirada y aún tiene 31 años.
Parezco el abuelo cebolleta contando batallitas. Espero seguir jugando muchas temporadas. No cambiaría esta profesión por ninguna otra.

¿Y cuando se acabe?
Me da algo de miedo pensar en eso. Esta temporada se retiró Juanjo Bernabé y sé lo mal que lo ha pasado. Espero que todavía me quede mucho.

Aunque su hija se lo eche en cara.
No es fácil, eso lo llevo muy mal. Mi mujer y mis hijos viven en León. El niño tiene seis años y ya lo entiende pero la niña tiene cuatro, le dices que tienes que ir a trabajar, te pide que no lo hagas y no sabes que decirle. El sábado acabo el entrenamiento y salgo pitando. Por suerte estoy sólo a dos horas y media.

450, 451... el año que viene.
No lo sé. Me encantaría seguir en Ourense porque estoy muy a gusto aquí pero no se lo que pasará. Sólo quedan 14 equipos y no se lo que pasará la próxima temporada. La Federación tiene que hacer algo, unir las dos ligas o hacer algo.

Rafa Sanz no dudó en apostar por Julio González. Los problemas en la espalda del jugador asturiano están lastrando su temporada pero sigue siendo un jugador clave para el COB y en cuya mejoría se ha cimentado buen parte de la progresión del equipo ourensano.

¡Vaya inicio de Liga!
Sientes mucha impotencia cuando vas 0-6. Hubo partidos que jugamos bien y en un fogonazo te lo quitaban de la mano. Nos veníamos abajo.

El día a día debe ser duro en una situación así.
Es duro, muy duro. Llegas a casa y piensas en ese balón que perdiste o en el tiro que fallaste pero luego llega el lunes y vuelves a empezar y a pensar que puedes ganar el próximo partido.

¿Tuvo que hacer de capitán?
No puedes meterte en la cabeza de la gente ni decirles lo que tienen que hacer o lo que deben pensar. Sólo puedes animar mucho a todo el mundo.

¿Costó mucho empezar a ganar?
El partido de Huesca sabíamos que era un final y lo tomamos así. Si llegamos a perder aquel partido habría sido durisímo. Ese partido fue un alivio.

¿Marcó la temporada?
Fue como quitarnos una losa de encima aunque en los siguientes partidos nos siguió pasando factura en los finales igualados. Perdíamos muchos balones y no porque fuésemos mejores o peores.

¿Cuándo se esfumó esa sensación?
El partido de Alicante nos ayudó mucho. Ganarle a uno de los grandes de la Liga nos dio confianza y además hizo que nos respetase más la competición.

No se parece nada el equipo al que comenzó la temporada.
Siempre confiamos en nosotros mismos pero las derrotas hacen que tengas dudas. El equipo no ha dejado de progresar y sigue yendo a más cada jornada.

El partido de Palencia también supondría un impulso importante.
Fue uno de los mejores partidos que hemos hecho en lo que llevamos de Liga. Necesitábamos ganar fuera de casa y tuvimos el partido totalmente controlado.
Pero el final...
Es lo que hablábamos de la confianza. Teníamos el partido en la mano y empezamos a perder balones y jugadores como Barbour, que son tremendamente fiables, fallando cuatro tiros libres consecutivos. Es tu cabeza, no que seas mejor o peor.

Nick Barbour. ¿Qué me dice de Barbour?
Sobre todo que es un chico muy trabajador y con muchas ganas de mejorar. Está demostrando que quiere seguir mejorando. He jugado con muchos americanos muy buenos en esta Liga pero pocos tiran tan rápido y meten como éste.

Hablemos del último partido.
No fue bonito pero ganamos. El equipo creyó siempre en la victoria.

Y del próximo, ante el líder.
Será un partido muy complicado porque el Andorra está haciendo una gran temporada pero para nosotros sería un paso adelante muy importante ganar este partido. Tal y como está la Liga nos podría poner en una situación muy buena y podría alejarnos todavía más del Melilla.

Hace cálculos.
No. En una Liga de 18 ya sabíamos más o menos cuantas victorias hacían falta pero esta temporada es imposible y además porque la Liga está muy igualada y algo loca.

Mójese, quién ascenderá.
Si me lo preguntasen al principio de la Liga diría sin dudar que el Burgos pero ahora ya no sabría que decir. El Andorra ya no es casualidad y no ganó la Copa de milagro en un pabellón en contra y abarrotado. No sé por quién decantarme.

¿Y el COB?
No hacemos cálculos. Sólo pensamos en ir partido a partido y en ganar todos los partidos que podamos. El objetivo es la permanencia pero debemos ir sólo partido a partido.

¿Y Julio González?
Sólo pienso en ayudar al equipo.

Pero le cuesta.
Mucho y eso a veces te frustra. Te frustra porque intentas estar ahí y ayudar al equipo pero tu cuerpo no quiere. No sé si aguanto más o menos el dolor pero sólo me he perdido seis partidos en 13 años y no pienso parar ahora.

Está siendo complicada la temporada.
Es duro porque no hay ningún día que esté bien del todo. Hay días que estoy mejor y otros peor pero no voy a dejar al equipo tirado. Me cuesta mucho porque no puedo estar mucho tiempo de pie y cuando me acuesto para dormir no descanso bien.

Aún queda lo mejor.
Al principio de temporada hicimos lo contrario para conseguir que el público viniese al Pazo. Ahora la gente se ha dado cuenta que somos un equipo comprometido. En el último partido pudimos haber perdido pero la gente creo que ya no nos habría pitado.

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