El delantero barquense fue el autor de los dos goles que le dieron la victoria y el liderato a los de Javi Rey en el derbi de la primera jornada liguera
El Barco salió airoso del primer partido de la temporada que le enfrentaba al Verín, en el derbi ourensano de Tercera división, al llevarse el partido por un justo y claro 0-2 que además le ha situado como líder del grupo.
El partido había despertado mucho interés y así quedó también reflejado en las gradas que presentaban un gran ambiente. Y la verdad es que no defraudó.
Salió más enchufado el Barco ante un Verín que arrancó con defensa de cinco para aguantar y tratar de salir a la contra. Pero pronto, muy pronto, toda la teoría que el técnico local preparó en el vestuario se fue al garete. Rodri dio un primer aviso antes del primer gol. El delantero barquense, que parecía tener una marcha más que la defensa verinense, le robó un balón a Marconi y de no ser por la felina intervención del meta Diego hubiera puesto el 0-1. Pero ese guarismo llegó en el minuto 12. De nuevo Rodri, que era una pesadilla para los locales, se fue por velocidad, superó a dos defensores y fusiló a un Diego que nada pudo hacer (0-1). El partido estaba de cara para el Barco, que llevaba el control y no pasaba por apuros.
El Verín, una vez repuesto del traspiés inicial, comenzó a hacer lo que mejor sabe: buscar a David Soares, que se peleaba en solitario con la defensa barquense, o que apareciera Iago Beceiro. Y apareció. Aunque fue a balón parado. Dos faltas tuvo el coruñés, la primera se fue fuera por poco, y la segunda obligó a Macía a emplearse a fondo.
Gol psicológico
Cuando todos, o casi todos esperaban el descanso, apareció el más rápido otra vez. Rodri peleó una pelota que acabó siendo el 0-2 y que por lo visto en la primera mitad casi dejaba el partido listo.
En la segunda, el omnipresente Rodri perdono el 0-3 mientras Beceiro veía que no era su tarde. El Verín tiró de orgullo pero para más inri se quedó con 10 al retirarse Viti por lesión con los cambios ya realizados. No daba para más el envite, solo ver como el Barco se llevó una victoria justa ante un Verín que quiso pero no pudo.
