El Zarautz sentenció a la salida de los vestuarios y los ensayos de Guille y Santórum maquillaron el resultado en la recta final.
El Campus Ourense continúa su travesía por el desierto lejos de casa. Entre las bajas y el potencial de los rivales, el cuadro ourensano no es capaz de superar su asignatura pendiente este curso: celebrar un triunfo como visitante. En esta ocasión, la misión era complicada. El equipo que dirige David Monreal visitaba al tercer clasificado, el Zarautz vasco en el campo de Asti. Y a pesar de aguantar bien durante gran parte del primer acto, los ourensanos sucumbieron por 50-17.
Condicionados por la ausencias, por ejemplo la de su referente Jason Harvey, y pese a encajar un ensayo al poco de comenzar, los ourensanos se mantuvieron en el partido en la puesta en escena (5-3, m.35). Pero el tramo final del primer periodo fue muy negativo. Los vascos apretaron y empezaron a cimentar un renta que ya no se detuvo. El Zarautz sentenció a la salida de los vestuarios y los ensayos de Guille y Santórum maquillaron el resultado en la recta final.
Al Campus le tocará, de nuevo, jugar como visitante en Santander ante el Bathco.
