Un descanso muy necesario

El Barabadás necesita la llegada del parón navdieño como agua de mayo para tratar de voltear una temporada que cada semana se tuerce más

Pocas veces un parón fue tan necesario como el de esta Navidad para un Barbadás que está en franca decadencia cada semana que pasa. La última derrota en Sanxenxo volvió a demostrarlo una semana más. El cambio de entrenador no surtió el efecto deseado y ahora tendrá el equipo tendrá 15 días para preparar el próximo partido en casa ante el Villalbés. Dos semanas que deben aprovechar para cambiar muchas cosas y empezar de cero si no quieren que la situación se complique más.

Dicen los entendidos que para poder subsanar un problema lo primero que se debe hacer es reconocerlo y a partir de ahí intentar solucionarlo. Mirar para otro lado no conduce a ninguna parte. Los números en el equipo azulón no engañan. Había muchas esperanzas depositadas en el partido de Sanxenxo pero bastaron 24 minutos para tirar el partido a la basura. El nuevo entrenador Peluso fue claro: "Si le regalas tres goles al equipo rival es muy difícil que puedas lograr algo positivo", además de reconocer que "tiramos el partido en 20 minutos por una falta de intensidad defensiva que no nos podemos permitir". El mal no es solo de este partido ya que los resultados dejan bien a las claras que el problema viene de más atrás.



Dos meses fatídicos

Los resultados son el mejor reflejo de una situación y en el caso del Barbadás son claros y diáfanos. En los últimos ocho partidos el equipo azul logró ganar uno y perdió los otros siete. Tres puntos de 24 posibles es una renta muy pobre y con ese bagaje la situación se complica cada semana que pasa.

El pasado 9 de noviembre el equipo caía por un rotundo 5-0 en Cerceda y fue la gota que colmó el vaso. El entonces técnico Jorge Regal destapó la caja de los truenos. Aseguró por aquel entonces que el equipo había tocado fondo y que en caso de que la situación no cambiase no tardaría en abandonar el equipo. Además, insistía en que el equipo necesitaba un delantero ante la ausencia de gol que manifestaba. Y una frase lapidaria que dejó para el futuro: "Tengo la impresión de que a este equipo no le puedo sacar más jugó, el limón ya está muy exprimido", había señalado.

Desde la directiva le convencieron para que continuara en su puesto además de la promesa de fichar un delantero. Tras dos derrotas más llegó la única victoria en casa ante el Ribadeo, que solo fue un espejismo. De nuevo, tres derrotas consecutivas han vuelto a encender las alarmas.

El delantero fichado fue el ghanés Ousman Jarju, que tras varias oportunidades pasó de la titularidad al banquillo y en el último partido ni siquiera entró en la convocatoria de Peluso. Entre medias, el rivadaviense Martín Pérez también decidió dejar el equipo.

Ahora llega el parón y después el Villalbés, que será el siguiente visitante de Os Carrís. Lo mejor de todo es que pese a estos nefastos últimos meses el equipo todavía no esta en puestos de descenso..

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