El portero llegó este curso al Barbadás desde el Pabellón y en dos partidos ya demostró que tiene madera de líder
Comenzó a ponerse debajo de una portería cuando tenía tan solo cinco años en las escuelas del Pabellón y después de 14 temporadas con los franjiverdes y una vez acabada su etapa juvenil recaló en el Barbadás. Es Diego García, uno de los futbolistas con más futuro entre los guardametas ourensanos.
Ganó el desaparecido Trofeo Miguel Ángel, fue a probar por el Gijón y por el Levante e incluso tuvo una oferta de la liga italiana, pero al final, por unas causas u otras, nunca acabó abandonando el Pabellón. Diego García cuenta el motivo por el que nunca acabaron de cuajar sus posibles salidas a otros equipos: "Al principio todo iba bien pero cuando llegaba la hora de cerrar la incorporación siempre me ponían la pega de mi altura, no acababan confiando en mí. ¿Qué pensaba? Hay muchos porteros pequeños que son muy buenos, lo que pasa es que ahora mismo están de moda los jugadores pequeños y los porteros grandes".
En Ourense hay cada vez menos opciones para jugar: "La verdad es que son los que más interés pusieron y a decir verdad ahora mismo aquí en Ourense tampoco tenemos mucho más para eligir".
Total, que se fue a Barbadás con toda la ilusión del mundo: "Eso es seguro, aunque sabía que estaba Berto y que era muy difícil jugar, pero llegué con una idea clara, entrenar duro y ponérselo difícil al entrenador, y en eso estamos".
Al empezar la liga jugó Berto pero un error infantil le obligó a descansar en la segunda jornada al arrastrar una sanción de la temporada pasada por lo que llegó el turno para Diego García. "Simplemente pensé que tenía que jugar un partido sin más, ni siquiera me puse nervioso, fue como si fuera un partido más". Y el mister, ¿que le dijo? "Regal me conoce muy bien desde pequeño, lo único que me comentó es que fuera yo mismo, nada más. Además, sería contraproducente, y yo, si después de 15 años jugando de portero me pongo nervioso, igual es que no valgo para esto".
Siguió de titular
Llegó la tercera jornada y Berto había cumplido su sanción. Seguro que pensó que volvería al banquillo. "Si digo la verdad, no pensaba en jugar, cuando me enteré me sorprendió un poco, pero bueno, a tratar de hacerlo mejor posible en cada oportunidad que tenga".
Dos partidos, cero goles encajados, debería seguir en el once. "Pues no lo sé, creo que tengo las mismas opciones que las otras semanas, tampoco más, prefiero pensar por lo bajo que hacerme falsas expectativas y después llevarme una desilusión".
Diego García es un joven que tiene mucho desparpajo y que hace una reflexión interesante de su nuevo equipo a la hora de analizar la falta de gol: "Vengo acostumbrado a eso, en mis años en el Pabellón en División de honor nunca teníamos un goleador puntual y sin embargo acabábamos bien clasificados, hay que saber adaptarse a lo que tienes".
