Paco García mantuvo en el banquillo de su nuevo equipo, el COB, el estilo que le hace único

Explosiones controladas

 Paco García le pide explicaciones a uno de sus jugadores durante el partido contra el La Palma. (Foto: Miguel Ángel)
Francisco García Álvarez, nacido en Valladolid. Bueno, podría ser Manolo Pérez, de Soria. Pues no. Se trata de Paco García, nuevo entrenador del Sousas COB. Un tipo con mucho recorrido en la ACB y en la LEB Oro. Un tipo forjado con entrenadores del calibre de Herb Brown, Manel Comas o Mario Pesquera, gente de carácter y claridad.
Necesitaba el Pazo un Clint Eastwood que impusiese respeto, después de escupir tabaco mascado al suelo. Una autoridad que mandase descubrir a los varones ante una dama, volando los sombreros con una sola bala.

Ciñéndonos al baloncesto, el Sousas COB necesitaba a un entrenador que impusiera un orden lógico en el juego. Ahora parece tenerlo, o al menos así lo pareció. Un equipo diferente, en actitud y disciplina.

El Pazo gana un aliciente más, observar las evoluciones de Paco García en el banquillo. La primera muestra, contra La Palma, no dejó a nadie indiferente.

El nuevo entrenador pasó la mayor parte del partido en pie. Quizá no tan gesticulante como en otras épocas, pero siempre fecundo en gestos, miradas, gritos y alguna que otra patadita, a la valla publicitaria se entiende.

Pronto comprobaron los jugadores su estilo. García no perdona el fallo en la defensa, otorga mayor libertad en ataque y no duda en cambiar al que no cumple. Les queda muy claro.

Sus explosiones momentáneas pueden confundir. Son controladas. Tiene la capacidad de abroncar a un pupilo, sin perder la cabeza para solicitar el tiempo muerto necesario, y cortar la racha rival. Otra cosa que faltaba. A partir de ahora se juegan dos partidos, García y el COB.

LOS DETALLES

Palo y zanahoria para repartir por igual

El COB repartió bollos preñados entre los niños y castañas entre los mayores. El técnico prodiga en su estilo el reparto de ‘palo’ y ‘zanahoria’ entre sus jugadores. Puede gritar a Nocedal por no pasar un bloqueo, pero le concede unos minutos más de confianza para no hundirle. Abronca a Koffi o Howell por dejarse coger un rebote, pero les da una palmadita al sentarles. Reparte regañinas al banquillo, para que sepan que son tan importantes y existen, como los que juegan. Manual de estímulos de todo tipo. Conversa muy tranquilo con los árbitros, se desahoga en un aparte. Mucha experiencia tiene este Paco, este Paco García.



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