La fiesta en Barbadás acabó siendo completa

El Barbadás se impuso al calor y a un Nogueira que jamás hizo peligrar el triunfo incontestable (3-0) del equipo de Agustín Ruiz, que una década más tarde se vuelve a meter en una semifinal de la Copa Diputación.

Desde el mismo arranque los locales fueron a por el partido, avisando David Soares con un disparo a quemarropa que salvó la gran intervención de Torque. 

El cuadro afilador jugó cada baló a límite, pero ni así podría parar el ímpetu de su rival. Rivero pudo abrir la cuenta, pero su tiro lo despejó el portero al córner. La única insinuación visitante fue a traves de un remate de Grego.

El Barbadás insistía con mayor frecuencia, pero esta vez David Soares malogró un gran pase de Rivero.  Sin embargo, un error monumental de Juáncar al que le roban el balón a la salida de su defensa y David Soares habilitó perfectamente a Ismael, que definió con un disparo que se metió contra el palo izquierdo de Torque para poner el 1-0.

Los problemas se le amontonaban al Nogueira que con una desventaja en el marcador perdía por lesión a Thomas y de seguido se quedaría con un jugador menos al recibir la segunda amarilla Juancar. Aun así, en el cierre del primer tiempo, pudo empatar, pero el cabezazo de Iván Rubio se fue sobre el larguero.

En la segunda parte, los azulones se encargaron poco a poco de dejar solventada la eliminatoria. El capitán Toño dirigía la batuta en el fondo y Bass le daba fluidez al mediocampo junto a un Rubén Durán que supo encontrar en David Soares y Rivero dos buenos socios. La persistencia del Barbadás dio como fruto el 2-0. Braisiño quiso bloquear el disparo de David Soares y no hizo más que vencer su portería.  Con media hora por delante el expediente estaba prácticamente resuelto.

Luis sentencia

El Nogueira casi sin fuerzas y con Iván Rubio y Grego abatidos y sin mucha pólvora eran la imagen contundente de un equipo que se vio superado claramente y que deseaba que acabara cuanto antes el calvario.

El Barbadás se recreó al compás de la música que bajaba desde la grada y en plenas fiestas locales se unió a la misma Luis, que recibió en bandeja la asistencia de Baldeh para empujar el balón sin oposición el definitivo 3-0.