La fiesta del Polígono fue completa

El jugador del Polígono Brayan intenta irse conn el baló perseguido por el celanovense Rizos. Foto: Óscar Pinal
photo_camera El jugador del Polígono Brayan intenta irse conn el baló perseguido por el celanovense Rizos. Foto: Óscar Pinal
El Polígono celebró su partido 1.000 en la Primera, es el único invicto y superó a un Celanova que perdió el liderato

El Polígono vivía este domingo una jornada cargada de nostalgia y de presente. El equipo de Pablo Gil disputó ante el Sporting Celanova su partido número 1.000 en la máxima categoría del fútbol provincial y lo pudo festejar en el tramo final con un triunfo muy importante, que lo deja como único invicto de la Primera Galicia y le infringió su primer tropiezo a su rival, que además perdió el primer puesto en la tabla clasificatoria. En una frase, para los industriales la fiesta fue completa.

Demasiado respeto se percibió desde el inicio, donde ambos contendientes estaban más preocupados en labores defensivas, que en buscar la portería contraria.  De un partido de fútbol pasaron a todo un duelo ajedrecístico, donde la estrategia de ambos parecía el de pactar tablas.

En ambas áreas hubo un atisbo de polémica, ante dos inexistentes penaltis que protestaron más los aficionados que los propios jugadores involucrados.

Poco a poco los industriales rompieron un poco el esquema y se animaron, creando la primera oportunidad con una falta de Juan que remató Viti fuera. Este último jugador volvió a probar fortuna, pero su tiro se fue rozando el palo de un Ismael que con su estirada tenía controlada la situación.

Los celanovenses no encontraban la manera de crear peligro, porque Rizos era absorbido por los centrales, con lo cual el capitán Yago Sanginés buscó otra salida con un gran disparo desde unos 25 metros que se fue casi arañando el travesaño, acompañada por la estirada de Rodri.

Estaba más que claro que en el descanso había que barajar de nuevos y encontrar otras alternativas ofensivas para romper el 0-0.

El arranque del segundo tiempo ofreció otras variantes, ambos equipos querían algo más que un simple empate.  Un fallo en el despeje de Ismael cuyo balón le cayó a Viti que disparó a puerta, pero corrigió su error el meta visitante. 

No se hizo esperar la respuesta celenovenses. Un centro lateral de Yago Sanginés que entrando por la banda la capturó Pana cuyo posterior disparo encontró la gran respuesta de Rodri que, con la punta de sus dedos, desvió la trayectoria del balón sobre el travesaño. 

Con el correr de los minutos el encuentro ganó en interés, pero el cuadro industrial mostraba más intenciones, más aún con la entrada de Brais Feijóo. Mientras, el equipo de Ángel Mociño, con sus armas buscaba profundizar por las bandas, explotado los balones al área, pero allí ese territorio estaba bien custodiado por la dupla central formada por un Manu imperial junto con David, pero además si hacía falta echar una mano, ahí aparecía el capitán Choupas, el laborioso Lin y el amor propio de Rubén Villa.

El  ejemplo más claro fue un remate de Miguel Nieto que salvó despejando Choupas.

Gol y expulsión

Juan, una de las piezas clave, dejaba el campo por un problema en el muslo y su lugar entró Ferreiro, que acabaría siendo decisivo.  El celanovense Manu se complicó al querer salir jugando desde atrás y ese atrevimiento lo aprovechó Yago, que asistió a Ferreiro, que fusiló al portero Ismael y de esa manera establecer el 1-0. Los visitantes, obligados, se fueron a por todas por el empate y la tensión le jugó una mala pasada al capitán Yago Sanginés que, a instancias del asistente, fue expulsado, acabado los suyos con diez.

Te puede interesar