Cándido Gómez, entrenador del Ourense, reconocía el mal partido que había desarrollado su equipo: 'En la primera parte todavía dimos sensación de equipo pero en la segunda parte nos vinimos abajo totalmente. En el descanso, cuando trataba de corregir algunas cosas, se encontró mal y la gente ya dejó de pensar en el partido, esa fue la gota que colmó el vaso. Tuvimos que recomponer el equipo y colocar a prisa a la gente. El equipo estuvo ya descolocado y además enfrente había un rival que quería ganar'.
El técnico local subrayó que 'debía ser un partido en el que los jugadores se divirtieran y le ofrecieran un buen espectáculo al público pero no lo conseguimos. Primero porque tuvimos demasiadas bajas y con ellas demasiada improvisación, y después porque ellos jugaron con más intensidad y dinamismo. En nuestro equipo sólo se movía el jugador que llevaba la pelota. Lo siento por los aficionados, pido disculpas por dar esta imagen, aunque de ello hay que intentar sacar conclusiones ahora que llega la fase de ascenso. El fútbol es trabajo y humildad'.
UNA SEMANA RARA
Y añadió: 'Fue una semana rara por el tema de las lesiones, con el equipo ya clasificado, con un rival incómodo que basa su juego en la defensa y en la estrategia. En la primera parte todavía tuvimos paciencia pero en la segunda el equipo se fue diluyendo como un azucarillo. Además, el equipo no salió en la segunda parte todo lo centrado que debía salir'.
UNA SEMANA RARA
Y añadió: 'Fue una semana rara por el tema de las lesiones, con el equipo ya clasificado, con un rival incómodo que basa su juego en la defensa y en la estrategia. En la primera parte todavía tuvimos paciencia pero en la segunda el equipo se fue diluyendo como un azucarillo. Además, el equipo no salió en la segunda parte todo lo centrado que debía salir'.
