La Carrera Canón do Sil corona al montañero ourensano, que superó al favorito, Ramón Muíños Coutelo, llegando con más de siete minutos de ventaja
La décima edición de la Carrera por Montaña Canón do Sil, y la séptima edición Media Carrera Canón Do Sil, organizadas por El Club de Montaña Ribeira Sacra y por el Ayuntamiento de Parada de Sil, finalizó ayer con el calor como nota predominante de una competición que obligó a los corredores a tomar una ruta alternativa para evitar la cima del monte Meda, y las más que probables insolaciones que podría haber provocado su paso por el lugar, debido a las elevadas temperaturas que hicieron acto de presencia durante toda la mañana.
Elpidio Gómez, corredor ourensano del Club Ribeira Sacra, ganó la prueba absoluta y demostró estar en plenas condiciones para seguir compitiendo al máximo nivel.
El corredor de Arteixo, ganador de la carrera Travesera en los Picos de Europa 2016, Ramón Muíños Coutelo, uno de los favoritos a ganar también esta competición, terminó en segunda posición, aventajado en siete minutos por Gómez; seguido de Óscar Díaz, del Club Deportivo Garnache, que completó el podio con la tercera posición.
En la media carrera, Federico Losada, de Castro Trail, terminó en primera posición, seguido del ribeirense Adrián Rodríguez y de José Prol Quintas, del Club Fluvial Lugo.
En la categoría femenina absoluta, Belén Rodríguez conquistó el primer puesto, seguida de Conchi Pombo, del Ribeira Sacra Via 18, y Manuela Torres de Sesteira. En la media carrera, Silvia Casal se hizo con la victoria. La segunda posición fue a parar a manos de la ourensana Ana Isabel Soutullo, del Ourense Running, y completó el podio la británica Carolina Seth-Smith con el tercer puesto.
La competición se desarrolló sin problemas tras el cambio de ruta, y los puestos de avituallamiento, reforzados esta edición con el doble de existencias de líquidos, cumplieron perfectamente su cometido de abastecer a los 158 corredores que pasaron por ellos.
Los servicios médicos estuvieron preparados en todo momento para intervenir si la situación lo requería, al tratarse de una de las pruebas más duras de montañismo del país, con un tiempo medio de tres-cuatro horas para completarse por la mayoría de aspirantes.
Tras las victorias, alguna que otra retirada preventiva y mucho sudor y sufrimiento, se celebró una más que merecida fiesta después de la entrega de medallas, que constató la buena relación entre los deportistas y la localidad, que lleva diez años organizando la competición para satisfacción de los asistentes a este evento.
