El Ourense perdió en la isla por 2-0 ante el Constancia y se despidió a las primeras de cambio de la fase de ascenso a Segunda B

Hundido nada más zarpar

Lucas Pou celebra el 1-0, con Portela en el suelo sobre la línea de gol y a su lado Berto y José Arenas.
El Ourense se ha despedido a las primeras de cambio del ascenso a Segunda B al perder por 2-0 en Inca ante el Constancia en la vuelta de la primera eliminatoria. El equipo balear, a pesar de que estaba obligado a remontar el 1-0 de la ida en O Couto, no hizo alardes. Hizo su partido, sabedor de su teórica inferioridad. Esperó al Ourense, que tenía la posesión del balón pero que no lograba llevar peligro a la meta de Vives.

El Ourense se encontraba cómodo. No creaba ocasiones pero el rival no se acercaba a la meta de Berto. Pero cuando se acercaba el descanso el Constancia ejerció de equipo grande para hacer gol en su primera llegada con criterio. Lucho Jiménez se coló por la banda derecha, centró al área pequeña, la zaga ourensanista no llegó a despejar y el balón llegó mansamente a Lucas Pou que sólo tuvo que empujar casi a puerta vacía. Minuto 39, 1-0 y eliminatoria igualada.

Buena parte de la segunda mitad fueron un monólogo del Ourense pero volvió a adolecer de los mismos males que en la ida, la falta de acierto. Quintairos gozó de las mejores ocasiones,la primera en el minuto 49 cuando intentó elevar ante Vives. Repitió en el 52 aunque su remate fue de nuevo detenido por el meta local, que regalaría una ocasión muy clara a los ourensanos en el 58. Arenas recogió el balón y pasó atrás para que Antonio empujase aunque el remate tropezó con un jugador local y se marchó a córner. Todavía sería más clara la del minuto 64. Quintairos condujo una contra con dos compañeros al lado ante un defensor y el portero, que consiguió desbaratar la acción. Esa acción durmió un poco el partido. El dominio decreció y el Constancia aprovechó su primera jugada combinativa en ataque para conseguir el 2-0 que sería definitivo. Nacho regateó a Seoane y centró para que Lucas Pou cabecease lo que sería la sentencia para un Ourense muerto.

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