El solitario gol del extremo dio la segunda victoria consecutiva del Barbadás como local, con el Céltiga como víctima

Jaime decidió en Os Carrís

Nacho Currás protege el balón ante la envestida de un rival. (Foto: JOSÉ PAZ)
El Barbadás sabe sufrir. Ayer superó todos los contratiempos para conseguir una trabajada, merecida e importante victoria ante el Céltiga en un accidentadísimo partido en el que hasta el árbitro principal debió ser sustituido por su hermano debido a una lesión. En los locales, Oli dio el susto inicial, César terminó en un centro médico, y Prada, que entrara en el 70, estuvo 14 minutos en juego.
No hubo demasiado fútbol. El Céltiga, que se encontró más cómodo defendiendo, cedió el balón a un Barbadás que no logró acciones de superioridad y debió abusar del pase en largo. Con Rafita tratando de poner aplomo en la medular y un activo Jaime por la izquierda, las veces que los locales entraron por banda llevaron peligro.

La mejor ocasión para el Barbadás en la primera parte llegó en el 22, en una falta ejecutada por Jaime que el meta Vila envió a córner.

Con un planteamiento ultradefensivo del Céltiga, el gol sólo podía llegar en la estrategia. En el 59, Jaime lanzó una falta que sorprendió a Vila por su palo (1-0). El Barbadás sufrió con dos acciones de Ferreiro en el descuento, pero sacó adelante el partido y es undécimo.

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