"Una vez que llegas a una liga así te apetece seguir intentándolo y progresar a nivel profesional". La jugadora del Universitario de Ferrol debutó esta temporada en la máxima categoría del baloncesto nacional, la Liga Femenina
Lucía Méndez (Ourense, 16/06/1988) es una de esas jugadoras de casta, de una raza de luchadoras que a base de tesón, trabajo y sacrificio logran sus objetivos con el paso de los años.
Formada en las categorías inferiores del Pabellón, equipo con el que debutó en Liga Femenina 2 y jugó en dos épocas distintas, pasó por Pío XII, Conquero, Carmelitas, Cortegada de Vilagarcía antes de recalar en el Universitario de Ferrol, conjunto con el que se estrenó esta temporada en la máxima categoría del baloncesto femenino español.
¿Cómo afrontas este debut en Liga Femenina?
Ante todo ilusionada. Durante el verano pensaba que iba a repetir en Liga Femenina 2, surgió la oportunidad de seguir en el Uni de Ferrol y me lancé. Es un año para aprovechar y para crecer, no solo como jugadora, sino también en el aspecto personal.
El salto de categoría puede parecer menos importante de lo que realmente es, ¿Qué diferencias te encontraste con respecto al año pasado?
Es una competición completamente diferente. El ritmo de juego es brutal y además, a nivel físico son mucho más completas. Yo siempre jugué de pívot en Liga Femenina 2 y este año me encontré a bases de mi misma altura, así que tocó reconversión a alero. También a nivel táctico es más complejo. Hay más variantes y sí que se nota el salto, más en mi caso, que tengo que aprender en una posición nueva (se ríe).
Su equipo, el recién ascendido Universitario de Ferrol pasó en solo unas semanas de ser una de las cenicientas de la liga a convertirse en la agradable sorpresa en estos primeros partidos. ¿Qué valoración tienes de este comienzo tan prometedor?
Es verdad que entre nosotras quizá partíamos con unas expectativas un poco menores de lo que está sucediendo. En pretemporada solamente pudimos jugar un partido contra un equipo de esta competición y estábamos un poco a ver que pasaba. Sin embargo, empezamos ganando los dos primeros partidos y nos lo creímos de verdad. Nos dio ese plus de confianza tan necesario. Para nosotras cada partido es una final, salimos a matar cada minuto y creo que se nota.
A pesar de este buen inicio, ¿el objetivo sigue siendo la permanencia?
Sí sí, por supuesto. Hay muchísima igualdad. Salvo tres equipos un paso por encima el resto estamos muy parejos. Llevamos un buen camino pero la permanencia estará en nueve victorias así que queda todavía mucho por hacer y que trabajar.
En el banquillo Lino López, exjugador y ahora un entrenador con un estilo de juego atípico, ¿cómo es el día a día en el Universitario con él?
Con él tenemos un juego diferente. Me costó un poco adaptarme, él me lo dijo (sonríe) y fue verdad. De todas formas ahora que ya asimilé su estilo estoy aprendiendo muchísimo, cambiando mi forma de jugar y además, para mí, Lino es de los mejores entrenadores en cuanto a dinámica de grupo. Sabe como mantenerlo unido, hace piña y eso al final se nota en la cancha. Es un gran técnico.
Teniendo en cuenta las satisfacciones que estás teniendo fuera de Ourense, ¿hay Lucía Méndez en Liga Femenina para años?
Está claro que una vez vez que llegas, te apetece seguir intentándolo y progresar.Si veo que tengo minutos en esta categoría pues seguiré, sino bajaré a Liga 2 para ser importante. Yo quiero disfrutar de este deporte pero está claro que con la crisis cada vez está más complicado.
Una crisis que si ya es patente desde fuera, desde dentro tiene que notarse mucho más, ¿verdad?
Te das cuenta en el nivel de las ligas. Ahora mismo muchos equipos de Liga 2 están compuestos en su mayoría de jugadoras junior y eso es un indicativo. Sinceramente, creo que el nivel de Liga Femenina 1 es el de Liga Femenina 2 de hace ocho o diez años, no vamos a engañarnos. Si te fijas, solo cuatro jugadoras de la selección están en España, ese es el reflejo de como estamos.
Ya por último. Después de tanto tiempo fuera de casa, ¿No echas nada de menos de tu ciudad?
¡Claro que sí! Los cuidados de mi madre sobretodo y cómo no, las termas. Hay días que salgo de entrenar y solo pienso lo bien que estaría allí. La verdad es que muchas veces echo de menos la vida en la ciudad. Cosas de estar lejos de casa, hay que vivir con ello (termina entre risas).
