Aunque nacido en Ávila y formado deportivamente en Salamanca, gran parte de su actividad la ha desarrollado en Ourense, donde reside desde 1988. De jugador a entrenador y en la actualidad lleva la dirección técnica del Caldaria Voleyourense. El equipo ourensano milita en la Primera Nacional masculina y en la presente temporada todavía no conoce la victorias pese a haberse disputado ya 17 jornadas.
¿De nuevo una temporada sufriendo en Primera?
Así es, pero estaba dentro de lo previsto. Formamos un equipo joven con jugadores con poca experiencia, y si bien el nivel de la categoría no es lo que hace unos años, nos está costando, pero tambien es cierto que podíamos haber logrado algún mejor resultado. No ha podido ser. Pese a ello la evolución del equipo está siendo positiva.
Mereció la pena el haber aceptado la plaza después de haber descendido el pasado año?
Le podía decir que podía haber alguna duda, pero en estos momentos, y aunque no hemos logrado todavía ninguna victoria, el salto que existe entre Segunda y Primera es enorme, lo que sería perjudicial para el progreso de un equipo que es el más joven de la categoría, con tres jugadores juveniles como titulares y dos entrando de cuando en vez.
Estamos hablando de que el nivel ha bajado, ¿y el del voleibol ourensano?
Cuando yo llegué a Ourense había sólo un equipo senior, como ahora, pero sin duda en estos momentos hay una estructura en la base, desde la categoría alevín a la juvenil y también con buenos resultados. Ahora lo que toca es asentarla.
Durante un tiempo fue usted el único entrenador titulado nacional en Ourense, ¿cómo anda este tema?
Esta situación ha cambiado para mejor, en nuestro club tenemos a tres entrenadores y jugadores que están haciendo una gran labor con la base. Igual sucede con el equipo femenino y de ahí que la cantera comience a dar sus frutos.
¿Y en cuánto a las instalaciones con las que cuentan?
Éste es otro de los aspectos en el que en los últimos años no nos podemos quejar demasiado. Contamos con nuevas instalaciones, en especial con colegios que nos ayudan, si bien el equipo senior tiene que entrenar a última hora del día y eso crea algún problemilla.
¿De cara al futuro, qué le espera al voleibol ourensano?
Como ya he comentado, tenemos una base que, aunque no muy amplia, sí tiene buenos cimientos. Lo que es necesario es una mayor implicación de los jóvenes jugadores y desde luego de la ayuda familiar. Este aspecto tambien en muy importante.
¿Y el suyo?
Aunque llevo ya tiempo en esto, sigo teniendo ilusión. Tenemos un buen grupo y aunque la mayoría de las veces tenemos que hacer de todo, tenemos la satisfacción de ver como esto va mejorando, aunque no al ritmo que nos gustaría. En cuanto al primer equipo, se habla de una reestructuración del voleibol nacional con cambios en las categorías. Habrá que ver como queda todo.
Así es, pero estaba dentro de lo previsto. Formamos un equipo joven con jugadores con poca experiencia, y si bien el nivel de la categoría no es lo que hace unos años, nos está costando, pero tambien es cierto que podíamos haber logrado algún mejor resultado. No ha podido ser. Pese a ello la evolución del equipo está siendo positiva.
Mereció la pena el haber aceptado la plaza después de haber descendido el pasado año?
Le podía decir que podía haber alguna duda, pero en estos momentos, y aunque no hemos logrado todavía ninguna victoria, el salto que existe entre Segunda y Primera es enorme, lo que sería perjudicial para el progreso de un equipo que es el más joven de la categoría, con tres jugadores juveniles como titulares y dos entrando de cuando en vez.
Estamos hablando de que el nivel ha bajado, ¿y el del voleibol ourensano?
Cuando yo llegué a Ourense había sólo un equipo senior, como ahora, pero sin duda en estos momentos hay una estructura en la base, desde la categoría alevín a la juvenil y también con buenos resultados. Ahora lo que toca es asentarla.
Durante un tiempo fue usted el único entrenador titulado nacional en Ourense, ¿cómo anda este tema?
Esta situación ha cambiado para mejor, en nuestro club tenemos a tres entrenadores y jugadores que están haciendo una gran labor con la base. Igual sucede con el equipo femenino y de ahí que la cantera comience a dar sus frutos.
¿Y en cuánto a las instalaciones con las que cuentan?
Éste es otro de los aspectos en el que en los últimos años no nos podemos quejar demasiado. Contamos con nuevas instalaciones, en especial con colegios que nos ayudan, si bien el equipo senior tiene que entrenar a última hora del día y eso crea algún problemilla.
¿De cara al futuro, qué le espera al voleibol ourensano?
Como ya he comentado, tenemos una base que, aunque no muy amplia, sí tiene buenos cimientos. Lo que es necesario es una mayor implicación de los jóvenes jugadores y desde luego de la ayuda familiar. Este aspecto tambien en muy importante.
¿Y el suyo?
Aunque llevo ya tiempo en esto, sigo teniendo ilusión. Tenemos un buen grupo y aunque la mayoría de las veces tenemos que hacer de todo, tenemos la satisfacción de ver como esto va mejorando, aunque no al ritmo que nos gustaría. En cuanto al primer equipo, se habla de una reestructuración del voleibol nacional con cambios en las categorías. Habrá que ver como queda todo.
