Xabier Seoane afirma que ’si no tengo roto el cruzado ya me doy con un canto en los dientes’

’Mala suerte, ya estoy acostumbrado’

Seoane realiza estiramientos con el fisio durante unos entrenamientos.
Xabier Seoane tiene cita a las diez de la mañana para hacer una resonancia de la lesión que sufrió el domingo en O Couto. Sólo teme ’tener roto el ligamento cruzado’.
Corría el minuto 77 de partido. Seoane montaba una de sus galopadas por la banda de preferencia cuando... ¡chas!, ’sentí un chasquido y ya me temía que algo malo había sucedido. Acababa de dar un pase, el rival me empujó un poco en carrera, el cuerpo se me fue para un lado y la rodilla hacia dentro’.

Reconoce que ya se encuentra ’bastante habituado a estas cosas, pero el domingo estaba algo rayado y no tenía ganas de hablar. Poco a poco van pasando las horas y lo asimilas, aunque te fastidia que cuando estás entrando vuelva a ocurrir’.

Dicho lo cual, y desde su percepción, piensa que el asunto no será tan grave como se esperaba. ’¿Mis sensaciones? Ahora mismo digo que el interno está roto, pero yo tenía miedo que ocurriese algo más, pues me crujió la rodilla. Al momento dices, ’aquí se ha roto el cruzado’. Pero no percibo esas sensaciones porque sólo se me inflamó por dentro’. Asume la jugada y afirma que ’si el cruzado está bien, me puedo dar con un canto en los dientes’.

’La salvación está en casa’

Se encontraba agusto Seoane sobre el terreno de juego ante el Madrid Castilla, y al igual que el equipo, rendía a un alto nivel. Sin embargo, llegó una nueva derrota que ’vaya tela. No sé si somos unos pardillos, si los árbitros toman decisiones que nos perjudican, pero lo cierto es que casi siempre acabamos en inferioridad y yo digo que es más fácil jugar con once’.

Dicho lo cual, apunta que ’la permanencia del equipo pasa por los partidos de O Couto, especialmente los dos que jugaremos seguidos contra el Vecindario y el Universidad. Hay que ser claros, en Vallecas todo lo que sumemos será oro, pero la cuestión está en nuestra casa’.


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