Alguien dijo más de una vez que el fútbol se gana en las áreas y este concepto lo interpretó casi a la perfección el Maside para quedarse finalmente con una justa victoria, dejando más tocado al Ribadavia, que encadenó su tercera derrota en igual cantidad de jornadas.
El partido comenzó con una jugada aislada en la cual Bruno se marchó de su marcador, pero su centro al corazón del área no alcanzó a conectarlo Iker. De inmediato Álex Blanco con un centro lateral que se fue cerrando casi sorprende a Imanol.
No hubo un dominador claro, pero la ocasión más clara del Ribadavia era desbaratada sobre la línea por Naym.
De una jugada aislada nació el primer gol masidao. Álex Bardelás combinó con su compañero Fer que sacó un gran disparo que se coló contra la base del palo derecho, superando la estirada del cancerbero.
Los ribadavienses intentaron explotar los desbordes de Bruno que aprovechó un falló de Mario, pero su posterior disparo fue repetido por Pachi y cuyo rechace le quedó a Iker, pero su posterior remate se fue desviando. Para colmo de males se quedaría con diez por la expulsión de Kevin.
Como era de esperar, en la segunda mitad el equipo de Tomás Cibeira se atrevió un poco más, pero no estaba lo suficientemente fino como para llegar al empate. La defensa visitante supo aguantar con firmeza y apelar como segunda arma el contragolpe, con el movedizo Emilio Botana y los desmarques de Álex Bardelás.
De una falta se produjo el 0-2. El lanzamiento de Álex Bardelás fue despejado por Imanol, quedándole el balón a Álex Blanco que marcó de cabeza.
El Ribadavia intentó recortar distancias, pero el tiempo terminó jugando en su contra.
