El COB ha evolucionado notablemente en su juego pero su mejoría aún no le ha servido para abandonar la última plaza de la Liga LEB Oro

Mejorar no es suficiente

Rafa Sanz, a pie de pista en el último partido disputado en el Pazo.
Los números no se discuten. En el caso del COB se puede dudar sobre su futuro clasificatorio y sobre las causas que lo han llevado al puesto que ocupa en la tabla pero las matemáticas no admiten negociación. El COB es colista por méritos propios pero adquiridos en una inicio de Liga para olvidar.
Las seis primeras jornadas condenan ahora a un equipo que hoy hace dos meses encajó en Burgos su sexta derrota consecutiva y tocaba fondo (98-76).

Desde ese día, el COB sí es un equipo de la LEB Oro con todas las de la ley y los números lo ratifican aunque no hayan servido para cambiar su puesto. Era último y lo sigue siendo.

En las siete últimas jornadas de Liga, el COB está en números de play off de ascenso a la ACB con tres victorias y cuatro derrotas. Córuña, Barça B y Melilla ocuparían los puestos que obligan a pensar en la permanencia y los ourensanos firman guarismos idénticos a los de clubes mucho más ambiciosos como Rioja, Navarra o Cáceres. Sólo con una victoria menos que Breogán, Alicante o Palencia.

El problema del COB no es el presente, es su pasado. 'Distinguiría claramente entre el equipo de las 10 ó 11 primeras semanas de trabajo y el posterior. Ahora estamos ahí y no veo la salvación imposible ni mucho menos', asegura el técnico de los ourensanos, el cordobés Rafa Sanz.


MEJORÍA GLOBAL

La evolución del COB se verifica sólo en el número de partidos ganados. En los 24 primeros cuartos jugados esta temporada, los ourensanos sólo fueron capaces de ganar siete. En los 28 siguientes ganó 12 y empató dos.

Los números son contundentes. El COB ha pasado de encajar casi 86 puntos de media por partido (85,8) a recibir 75. Más de 10 puntos menos en cada jornada y sólo en el último partido el rival fue capaz de anotarle más de 80.

La evolución defensiva también se nota en el número de recuperaciones, en las que el COB ha pasado de arañar ocho posesiones al rival a conseguir casi diez (9,8).

En ataque, más de los mismo. De unos pírricos 69,1 puntos anotados de media a 75,2. De nuevo números similares a la mayoría de equipos que pelean por una plaza en la lucha por el ascenso.

Las pérdidas de balón son otro aspecto que explica el porqué del cambio en los resultados. Sin duda, uno de los grandes lunares del equipo en el inicio de Liga con 19,3 'regalos' al contrario. Ahora, el COB pierde 15,5.


MEJORÍA INDIVIDUAL

En el uno por uno de la plantilla también se nota el cambio. Sólo dos jugadores, Rai López y Andy Ogide, han reducido su aportación al equipo en las siete últimas jornadas. El base ha notado la evolución de Mena y el pívot la clara progresión de Victor Serrano, que casi ha multiplicado por cuatro su aportación.

De los diez jugadores, ocho aportan más. Mena ha duplicado su valoración y Múgica también. Mateo Kedzo ha pasado de valorar 8 a 12,2 y Nick Barbour de 8,8 a 12,1. También Julio González ha dado pasos adelante pasando de valorar 6,6 por partido a 10,2.

El dato más preocupante es del de Alfonso Sánchez, que sigue sin dar muestra de la evolución que se esperaba de él. Comenzó promediando 0,5 de valoración y ahora se mantiene en un pobre 1,8. Números decepcionantes en un jugador con calidad, físico y experiencia para ser importante en la Liga.

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