Moncho: punto y final

El paso del tiempo es inexorable y el lateral José Ramón Fernández, "Moncho", cuelga las botas tras 18 años en el Peroxa, pasando a ser el jugador que más tiempo defendió sus colores. "Varias veces estuve a punto de retirarme, pero creo que ahora llegó la definitiva". Los problemas que venía arrastrando en su rodilla precipitaron, de alguna manera, el retiro: "Antes de que se rompa decidí parar, pero si no surgía esta complicación física hubiese seguido". Llegó al Peroxa con 26 años. Venía de jugar en el AD Vilamarín y con anterioridad en el Amoeiro, el Bentraces, la primera etapa en el Vilamarín y Barra de Miño, aunque durante muchos años había intentado fichar por el Peroxa y finalmente se dio. Llegué al club junto a Carolo, después de jugar juntos en el Vilamarín, pero en este caso él comenzó su carrera como entrenador. No tuve problemas de adaptación, porque conocía a la mayoría de la plantilla con los que me llevaba bien desde antes. ¿Hubo un pequeño pasado por el hockey? Sí, jugué en el Barrocás y en el Cudeiro, pero la verdad prefería jugar al fútbol, aunque podía compaginar ambos deportes. En nuestra época, todos los que éramos de Cudeiro comenzamos jugando allí al hockey, aunque siendo aún más pequeño practicaba el atletismo. ¿Cómo emblema y capitán tenían en cuenta sus consejos? No soy una persona de muchos consejos. Creo que soy bastante tranquilo (risas) o por lo menos me considero una persona serena, de ahí que no le creara muchos problemas a mis compañeros. ¿Y que le recomendaría a los que empiezan en el fútbol ? Seguramente mi forma de verlo es distinta a la de ellos. Que no se fiaran tanto de la televisión, que se diviertan jugando porque aún muchos en estas categorías piensan que van a llegar arriba. Creo que cuando pasas de juvenil o el primer año de aficionado puedes llegar a tener opciones en Tercera o Preferente, pero lo que es dedicarse a este deporte, no. ¿Este deporte se vive ahora de la misma manera? No. A mí me gustaba como se vivía cuando empecé e incluso cuando llegué al Peroxa. Con esto no quiero decir que a los de ahora no les guste el fútbol, es distinto. Vienen con más comodidades de atrás, como los campos, los de antes exigían más sufrimiento y tal vez no tengan tanto compromiso. ¿Respetó siempre las decisiones de los entrenadores? Con la mayoría intercambiaba opiniones. Otra cosa es que después no quieras hacer lo que él te mandaba, pero siempre si ellos me decían una cosa intentaba hacerlo. Creo que de todos los técnicos aprendes algo, a unos les coges más o menos cariño, pero al final todos aportan lo suyo. ¿En tres años pasaron de la Preferente a bajar a Segunda? De aquellas el ascenso lo tomamos para pasarlo bien, donde la mayoría de la gente era de A Peroxa y muchos nunca habían jugado en Preferente. Sabíamos que no había que comerse mucho la cabeza, aunque también es cierto que se pudo hacer mejor. ¿El descenso? Fue un momento agrio, que lo sufrimos en el campo del Melias ya que al final nos fuimos a Segunda por los arrastres, habiendo acabado quintos por la cola. A pesar de perder la categoría, incluso en aquella temporada hubo buenos momentos. ¿En estos años recibió ofertas de otros clubes? Casi todos los años aparecía un equipo por ahí. A veces por estar bien físicamente y en otras los clubes contaban que no seguiría en el Peroxa porque jugaba menos, pero la verdad siempre preferí seguir aquí. Fuera del fútbol... Me gusta andar por el monte, incluso correr y pasarlo bien con los amigos, pero además colecciono todo tipo de bolígrafos que tengan rotulado el nombre de empresas, productos, etc. ¿Qué le dio y quitó el fútbol? Me ha dado cantidad de amigos y gente con la que hablas y te llevas, pero también me restó tiempo que podía dedicarle a mi mujer y a la familia. ¿Seguirá ligado de una u otra manera al Peroxa? Ahora mismo y de cara a la próxima temporada la intención es desconectar un poco del fútbol, tener el fin de semana un poco más para mí, pero seguramente dentro de un tiempo quizás sí esté ligado. Aunque no soy del pueblo, pero al llevar tantos años parece que fuera de allí, porque me encuentro muy cómodo y siempre me trataron bien.