Ni el 5-S ni nada, toca esperar

Sin fecha de inicio, como se presuponía. Así está la Primera División de fútbol sala femenino. A Envialia y a Cidade de As Burgas le toca seguir esperando. La Federación Española de Fútbol (RFEF) reclama para la vuelta a la competición un "Plan Transversal" avalado por los poderes públicos. Lógico que la organizadora de la competición solicite conocer el marco de garantías sanitarias y jurídicas de aplicación, es decir, el famoso protocolo, aunque mucho menos lógico es el hecho de que lo haga después de haber puesto fecha de regreso a la liga, el 5 de septiembre. La situación de la pandemia de coronavirus, con brotes por doquier, tiene al país casi en alerta por lo que la RFEF ha tenido que recular. El problema del ya famoso 5-S es que varios equipos de la liga ya habían comenzado la pretemporada a pesar de que en Galicia continúa la prohibición de los entrenamientos grupales, y en las demás también. A la espera del cómo y cuándo, la Federación ya ha trasladado a los clubes la hoja de ruta: primero el protocolo y después al menos un mes para comenzar la temporada. "La RFEF como las territoriales están trabajando para que ese protocolo coordinado pueda estar listo lo antes posible, si bien no será hasta septiembre cuando se puedan dar las condiciones para fijar las normas del entrenamiento con contacto. A partir de ahí, la RFEF establece un mínimo de 30 días para poner en marcha las competiciones", informa el ente federativo a los clubes, y ahora sí, especifica que este extremo estaría "por supuesto, supeditado a la evolución de la pandemia". Queda pues mucha tela que cortar, como mínimo hasta octubre no habrá liga. Envialia y Cidade ya han suspendido, sin fecha definida, los test de covid que ambos tenían previstos para el próximo lunes. "Ya hemos anulado los test, parece que en esta historia los equipos somos meros espectadores", se queja Gonzalo Iglesias "Morenín", entrenador del Envialia. "Estábamos con muchas ganas de empezar, pero sin garantías, y es imposible tenerlas, es mejor así. El lunes no haremos los test", señala Manolo Codeso, técnico del Cidade. En el caso del Envialia es la segunda vez que se pospone la vuelta al trabajo. Tenía previsto empezar la pretemporada la pasada semana, pero imposible. Por instalaciones, por protocolo, por todo... "La carencia de instalaciones en Ourense es brutal, y con el Pazo cerrado y la "central" en obras todavía más. Nos habían concedido la cancha de Oira por las tardes, de siete a nueve, pero compartida con el filial y solo del 10 al 17 de agosto", añade Morenín. Ahora, por el momento, ya no habrá ese problema. El Cidade se metió menos prisa en el regreso al trabajo por lo que el retraso en el inicio del curso "no nos ha trastocado nuestro plan inicial, porque lo intuíamos". Todo incertidumbre El panorama que se abre por delante es de total incertidumbre para los clubes, que ya tenían a la mayor parte de sus jugadoras en su lugar de trabajo. "CSD, Federación Española, territoriales y Sanidad tienen que elaborar un protocolo que ofrezca seguridad a los equipos, y si hay que empezar en octubre no pasa nada y si no pueden garantizarla ya sé que es una decisión dura, pero no podría haber competición", apunta Morenín, que mantendrá una reunión con los demás miembros del cuerpo técnico "para ir viendo las inquietudes de cada uno". Despacio y buena letra es lo que se pide desde el Cidade. "Estamos deseando empezar pero necesitamos seguridad en todos los sentidos, incluido el económico porque un club como el nuestro no se puede permitir hacer test a las jugadoras semana sí y semana también. Cuando salga el protocolo veremos las exigencias, aunque ahora mismo no estamos capacitados para asumir el actual". Autorización La RFEF y las territoriales concretarán con las autoridades deportivas y sanitarias de cada comunidad los requisitos para empezar las competiciones. Solo con esta autorización los equipos podrán regresar a los entrenamientos. Las garantías plenas no existirán pero al menos habrá marco de actuación.