El Real Madrid desaprovecha una ventaja de 17 puntos en el primer cuarto para terminar sucumbiendo ante el Olympiacos

La novena deberá esperar

El Real Madrid se quedó a las puertas de su novena Euroliga al caer abatido en la final por el Olympiacos (100-88), que liderado por el base griego Spanoulis se sobrepuso con su juego férreo al brillante inicio de los de Pablo Laso.
Olympiacos 100
Real Madrid 88


Dieciocho años después que el Madrid de Sabonis y Arlauckas conquistara por última vez el campeonato europeo, precisamente ante Olympiacos, los griegos le dieron la vuelta a la historia y revalidaron el título que ya habían levantado el pasado año.

Ante los más de 15.000 espectadores que abarrotaban del O2 Arena de Londres, un vasto espacio inundado por el rugido de la afición griega, los de Laso demostraron al inicio que la juventud no está reñida con la frialdad en momentos decisivos.

El Madrid arrinconó a uno de los equipos con más experiencia del continente en un primer cuarto deslumbrante en el que Sergio Llull y Rudy Fernández, ambos en estado de gracia, clavaron dos triples cada uno, un recital al que se sumó Mirotic con un quinto triple.

El juego exterior de los madrileños, de una perfección impropia de una final de Euroliga, se combinaba con una defensa eficaz en ese primer tramo, en la que Begic hacía valer sus 2,17 bajo el aro para dejar anestesiados durante varios minutos a los griegos.

El 10-27 con el que concluyó el primer cuarto le sirvió a los madrileños de colchón para tratar de amortiguar el plan de choque que preparaba Olympiacos para el segundo parcial.

Spanoulis despertó y aferró las riendas de su equipo, que remachó un parcial de 12-2 en apenas cuatro minutos y dejó tiritando al Madrid.

El Olympiacos mostraba, ahora sí, su nivel real y amedrentaba con sus maneras duras a los de Laso, a los que les fallaba por vez primera el pulso.

Los griegos, fogueados en las situaciones más tensas y arropados por su atronadora afición, se apoyaban en el genio de Spanoulis, que asestó tres triples consecutivos, y desgastaban a los madrileños en cada posesión.

Al inicio del tercer cuarto, el marcador había dado la vuelta (52-46) y el Real Madrid se veía arrasado por los latigazos del equipo griego, que funcionaba a rachas ante un Madrid que aguantaba a contracorriente gracias en parte a la inspiración de Rudy Fernández y Sergio Rodríguez.


EL CUARTO DEFINITIVO

En el último cuarto empezaba de nuevo el partido, un 61-61 que anticipaba una recta final taquicárdica en la que al Madrid le costó mantener la concentración.

Con gesto serio, Laso observaba como los suyos hacían campo atrás en uno de los momentos más tensos y dejaban que los griegos dinamitaran el partido con una ventaja de ocho puntos a siete minutos para el final. Y a falta de únicamente tres, con los griegos 12 puntos por encima, comenzó la fiesta de la afición de Olympiacos en las gradas del O2 Arena, ante un Madrid cabizbajo al término de la decimoquinta final de Euroliga de su historia.

FICHA TÉCNICA

Olympiacos: Law (20), Spanoulis (22), Powell (2), Printezis (5) y Papanikolaou (5) (quinteto inicial). Hines (12), Antic (10), Perperoglou (10), Shermadini (3), Sloukas (11), Gecevicius, Papanikolaou (5) y Katsivelis.

Real Madrid: Rudy Fernández (21), Suárez (5), Mirotic (7), Begic (6) y Llull (14) (quinteto inicial). Reyes (4), Rodríguez (17) Hettsheimeir, Carroll (5) y Slaughter (9).

Árbitros: Guerrino Cerebuch, italiano, Ilija Belosevic, serbio, y Borys Ryzhyk, ucraniano. Antideportiva a Sloukas (minuto 30) y Rudy Fernández (minuto 39.

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