Chuchi Hidalgo pilota el Bande con la única intención de conquistar el ascenso después de seis años apartado de los banquillos
Seis años después. Chuchi Hidalgo ha vuelto a los banquillos del fútbol provincial. Al del Bande. No ha empezado mal la cosa, todo lo contrario. Llegó a un acuerdo el jueves y el domingo alzaba los brazos para entrar en calor pero sobre todo celebrar la victoria en Maside. El próximo esperan emociones fuertes, la visita del Vilariño. Y en los visitantes milita Mario Hidalgo, su hijo.
"Por qué he vuelto? La verdad es que no tenía muchas ganas de entrenar. No, desvinculado nunca he estado, he estado siguiendo la competición más que nada porque tengo a un hijo (Mario) jugando en el Vilariño. Nada, me llamó Aníbal Pereira y me dijo que el presidente del Bande buscaba entrenador, que si me podía llamar. Sólo puse una condición, que si cogía yo el equipo era para pelear el ascenso. Yo no voy a subir tres veces a la semana hasta allí (Bande) para nada, para eso no me muevo de casa. Recuerdo que era jueves. Llegamos a un acuerdo. Y aquí estamos, preparando el partido del domingo", relata Hidalgo.
El jueves llegó el acuerdo y el domingo se encontró con 12 futbolistas apenas... "El problema es lo que habíamos estado leyendo, eso de desbandada en Bande. Y no era mentira. Tuve que recurrir a la vieja guardia, a gente que yo había tenido ya, David Nóvoa, Adrián Iglesias... Poco, poco pude preparar el partido, si acaso centrarme en el aspecto psicológico, como cuando vas a jugar con los amigos un partido en la playa. Ordené todo lo que pude el equipo y coloqué dos veteranos arriba. Tampoco había más", remarca.
El ritmo de juego
11 jugadores de campo y un portero suplente que terminó jugando arriba y marcando un gol. Al menos no se le rebota ninguno cuando le saca del campo... "Nos vino bien ser tan pocos para poder marcar el ritmo, todo tenía que transcurrir despacio. Entre los tres de arriba sumaban 117 años... Sí, para jugar contra el Vilariño ya seremos más, recuperamos a dos sancionados (Oliveira y Cachito, al margen que el presidente espera cerrar esta semana un par de incorporaciones).
Así que fue usted el que puso la condición de ascender. Eso es algo así como decir 'yo confío mucho en mí'. "Ya lo hice en otros equipos en los que estuve. Tienes que aspirar a lo mejor. Y el entrenador tiene que ser el primer convencido, si quieres transmitir una idea no pueden ver que tienes dudas. Estar enchufado durante la competición es muy importante", subraya Hidalgo.
"Tengo mucho andado por el conocimiento de la plantilla, a muchos de los jugadores ya los he entrenado en otros equipos. ¿Complicidad con ellos? Si tienes un buen vestuario llegas lejos, eso es así. El problema del Bande es que 8 remaban en una dirección y 10 en la otra. Y así es imposible. Pero no sólo en el Bande, en cualquier equipo de fútbol, en cualquier ámbito de la vida, en un matrimonio", recalca.
Muchos son los equipos por los que ha pasado Hidalgo. "Fueron 16 años seguidos, el último el CD Ourense de la liga nacional juvenil". Y antes Arenteiro en tres etapas, Verín, Atlético Orense, Maside, Vilamarín... "Y ya digo, en estos últimos la condición era el ascenso. Y una vez conseguido no podíamos renunciar a jugar en la Preferente. Los directivos me decían que de ninguna manera, que no había dinero. Pero ésa era otra historia", recuerda ahora.
El fútbol provincial actual
Después de seis años desde la barrera, ¿cómo ve el fútbol provincial? "Ver no he dejado de verlo, lo que sí denoto es mucha dejadez. En mis tiempos había más compromiso, había más necesidad. Ahora puede la desidia", responde Hidalgo, enfrascado ya en el partido del domingo contra el Vilariño. "Entrenamos el martes, vamos a entrenar el jueves y también lo vamos a hacer el viernes. Empezar la andadura con una victoria nos ha venido muy bien para la autoestima de todos", finaliza.
