Footgolf

El ourensano Róber López: “Sueño con ser profesional de esto”

El mundialista Róber López, en el Provincial por parejas.
photo_camera El mundialista Róber López, en el Provincial por parejas.

El ourensano Róber López compite desde el lunes en el Mundial que se desarrolla hasta el día 6 de junio en la ciudad estadounidense de Orlando

La pandemia del coronavirus le ha dado el empujón definitivo y el footgolf comienza a hacerse un hueco en el calendario polideportivo. Sí, el footgolf. Se trata de una modalidad cuyas reglas son las básicas del golf, con un objetivo y dinámica de juego similares, aunque lo que hay que embocar es un balón de fútbol en un hoyo de 52 centímetros de diámetro y no con un palo, con el pie.

Empezó a practicarse en Holanda en 2009 y su popularidad no ha parado de crecer. Tres años después se disputó su primer Mundial, Hungría 2012, con 70 representantes de 8 países; en Argentina 2016 ya reunió a 200 footgolfers de 15 países; en Marruecos 2018 la participación fue de 250 deportistas de 25 países; y mañana arranca la cuarta edición con más de 1.000 footgolfers de 40 nacionalidades. Se disputa en cinco campos entre el Evermore Orlando Resort y en el Walt Disney World Resort, en Orlando (Estados Unidos).

Uno de ellos es el ourensano Roberto López Nogueira (17/11/1991). Apenas lleva tres años jugando al footgolf, pero su progresión ha sido tal que el seleccionador español le ha convocado para su primera gran cita internacional. Es el número 1 del ránking provincial, el 8 de Galicia y el 27 nacional y sueña a corto plazo con “estar en el top-100 del Mundial” y después con “abrir un campo, introducirlo en el Campeonato Provincial y Gallego para poder dedicarme profesionalmente al footgolf y financiarme la participación en torneos internacionales”. 

“En 2020, un amigo me animó a participar en un torneo. Se inauguraba el campo de footgolf del Pazo da Touza y vino a competir mucha gente de toda Galicia, incluso Donato, ex del Dépor. La gente llegaba toda uniformada y nosotros fuimos con un chándal. Quedé segundo en hándicap a pesar de ser mi primera vez y gané un lote de quesos. Competí poco después en el Campeonato Provincial y ahí logré mi primer título. En 2021 ya acudí a pruebas del Campeonato de España en Canarias, Cádiz y Calatayud y a pesar de hacer solo tres de los doce torneos estuve en el top-40 nacional. Vi que esto se me daba bien y empecé a tomármelo más en serio. El año pasado me marqué como objetivo lograr la clasificación para el Mundial y aquí estoy”, subraya Róber López.

El mundialista ourensano reconoce que “el footgolf es un deporte que engancha. Para mejorar solo dependes de ti y tus cualidades. Empiezas haciendo +10 y después te picas y al día siguiente mejoras hasta +8… Es cierto que en la pandemia, cuando no se podía practicar deporte de equipo, llegó mucha gente del fútbol, pero este es un deporte accesible para cualquier persona y de cualquier edad y condición física. El mejor ejemplo es Víctor López, mi pareja de footgolf. Nunca jugó al fútbol en un equipo, no tiene un desplazamiento sobresaliente, pero en el juego corto, que es lo más importante, juega de maravilla. Tener una buena técnica te ayuda, pero ser un buen jugador de fútbol no garantiza ser bueno al footgolf”.

Además, para jugar no hace falta una gran inversión. “Un balón de fútbol talla 5, que por 10 o 15 euros lo tienes y la presión que cada uno considere, eso es lo que hace falta. Después, para una competición oficial, la indumentaria exigida es polo, pantalón, medias y tenis tacos turf, no taco de fútbol, porque estropearías el campo”.

Barato, al menos para empezar, porque después, hay truco. “Cuando vas a torneos de nivel ves que los buenos footgolfers juegan con un balón concreto, ”curiosamente el peor de la historia para el fútbol, el Jabulani, con el que España fue campeona mundial en Sudáfrica 2010. Es el mejor para el footgolf porque vuela mucho, pero no coge mucho efecto, y aquí lo importante es que el balón vaya recto y abarque mucho”. El problema, el precio, porque ese balón “ya no se fabrica y puede costar 500 euros. Hay un negocio enorme de compra-venta. Yo empecé con un balón de 20 euros, después cogí uno de 50, lo vendí y me compré uno de 120, uno de 200, de 350 y ahora juego con Jabulani y los colecciono”.

Hablando de precios y costes, a Róber López su presencia en Orlando le costará más de 3.500 euros. “Solo la inscripción son 1.150 dólares. Quise traer a mi novia como caddie, pero eran 900 dólares más. Los profesionales sí tienen, viven de esto (el checo Josej Nemec es el número 1 mundial, el 2 es el británico Ben Clarke, el 3 el francés Cedric Bonnot, después están los argentinos Matías Perrone y Nico García y el español Carlos Calvo es el número 11). “Tienen sus patrocinadores y yo me he financiado todo vendiendo 200 rifas a 10 euros con premios valorados en 500: jamones, camiseta adidas, camiseta de Messi… y así hasta 15 regalos”.

Hoy toca viaje a Orlando, mañana y pasado entrenamiento y el lunes abrir la competición. Se harán tres recorridos y “de los más de 600 inscritos en la categoría absoluta los 100 mejores estarán el último día en el campo de Disney en la ronda final. Ese será mi objetivo”, finaliza Róber López. 

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