El Ourense B está olvidado

photo_camera Cristian Presas y Choco intentan rematar una pelota (MARCOS ATRIO)

El equipo filial va perdiendo efectivos cada semana y ve cada vez más complicada la permanencia en la categoría.

Lo que comenzó siendo una ilusión puede acabar como una pesadilla. Y es que a falta de seis jornadas para finalizar la competición el Ourense B se encuentra tres puntos por encima del descenso. La última de las plazas de pérdida de categoría la ocupa en estos momentos el Céltiga, precisamente el equipo que el domingo derrotó al filial en Velle por 0-3. Pero visto lo visto no parece que esta situación le importe demasiado a casi nadie, salvo los que cada semana están a pie de campo con los chavales.

Las razones por las que a lo largo de la temporada fue menguando el potencial de un equipo que a principio de liga y después de muchos años sin hacerlo logró reunir un grupo de jugadores sub 23 que salvo excepciones puntuales eran de lo mejor de su edad en la provincia fueron muchas. A mediados de temporada se codeaba con los mejores de la categoría en los puestos altos de la clasificación.

Pero los problemas que asolan al club de O Couto también tuvieron sus efectos en el filial.

Lesiones, abandonos, jugadores que subieron al primer equipo amén de otros muchos factores fueron mermando a un equipo que cada semana que pasa se desangra sin que nadie haga nada para remediarlo. Es la eterna cantinela que temporada tras temporada se repite, mucho llenarse la boca con los jugadores del filial pero nulo apoyo a un equipo que se encuentra solo y casi abandonado. Sin ir más lejos, el domingo ni siquiera tenía portero suplente, o casi ni balones. Son sólo dos ejemplos, pero hay muchos más.

Sólo el empeño del cuerpo técnico y delegado, junto con el de los jugadores, hacen que la situación no sea, de momento, irreversible.

Ahora bien, el amplio e importante número de jugadores que a lo largo de la temporada subieron y suben al primer equipo, si nadie lo remedia, tardará mucho tiempo en volver a repetirse. Después de nada valdrá lamentarse. Por no hablar del tema económico, ya que tanto el cuerpo técnico como los jugadores perdieron la cuenta de lo que se les debe. Pero da igual, porque lo de la cantera, en la mayoría de las ocasiones, es pura demagogia.

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