El Ourense CF no falló y se jugará el ascenso a Segunda Federación representando a Galicia luego de derrotar al Barco por un gol a cero en la final gallega que se jugó en el campo lucense del Anxo Carro. El equipo de Rubén Domínguez fue superior a un Barco que no encontró el camino y demostró que, tras el Polvorín, que se proclamó campeón, ellos fueron el segundo mejor equipo.
Los dos equipos ourensanos se presentaban en la final con la ilusión de colarse en la final nacional en una tarde con gran ambiente en las gradas, ya que más de mil aficionados se desplazaron para animar a sus equipos. En una tarde muy soleada y con mucho calor, ambos equipos salieron muy tranquilos al choque, intentando imponer su ritmo, pero sin mucha prisa, ya que quedaban muchos minutos por jugar. La primera ocasión clara fue para los de Rubén Domínguez tras un saque de esquina que acabó rematando Jerin y que salvó Aitor Arias. A los 27 minutos segunda llegada, esta vez con un disparo de Xián que iba camino a portería, pero que despejó a córner el medio Pablo Rubio.
Nada más destacable en una primera parte con demasiadas interrupciones y escasez de ocasiones. El mayor peligro barquense fue un tiro desde fuera del área que se fue desviado. Mientras los de Rubén Domínguez, muy bien situados sobre el campo, seguían a lo suyo y eran los que estaban más cerca de romper el 0-0. Como en el minuto 36 en una jugada personal de Jerin que centro, pero no llegó Xián, y que terminó centrando de nuevo Hugo Sanz y remató de nuevo el futbolista guineano en una media chilena que se fue por encima del larguero por muy poco.
La réplica barquense fue en una internada del delantero Manu Morais que finalizó ante Raúl Marqueta con un tiro cruzado que el meta santigués sacó a córner. Fue lo más destacado en una primera parte en la que lo más destacado fue tener control, no perder sitio y no cometer errores.
En la segunda cambió la decoración. Salió más enchufado el equipo ourensano que dio un paso al frente buscando un gol que le dejaba el choque muy bien encarrilado. Avisó con una falta de rosca de Hugo Sanz que no encontró rematador, una reclamación de penalti sobre Gabri Palmás y un disparo raso de Jerin al que respondió Aitor Arias con una buena mano para mandar la pelota a saque de esquina. Y en el 65 llegó el 1-0.
De nuevo Jerin, uno de los mejores de los suyos, cede al borde del área para Nacho Fariña que sin pensárselo saca un disparo duro que Aitor Arias despeja con apuros y Gabri Palmás, muy atento, empuja al fondo de la red.
El partido estaba de cara para los ourensanos y el Barco tenía que arriesgar. El gol abrió el partido que se quedó sin ataduras. Y dos minutos más tarde pudo empatar. Tras el saque de una falta, Óscar Martín cazó el rechace al borde del área y lanzó un derechazo que obligó a Raúl Marqueta a emplearse a fondo para mandar la pelota a saque de esquina.
El técnico barquense Javi Rey movió el banquillo y buscó más profundidad en los suyos, pero eso les dejaba menos resguardados y sujetos a que en una contra el Ourense CF hiciera el segundo. Y lo pudo conseguir, pero Aitor Arias lo evitó. Como en el minuto 72, cuando en una contra bien llevada, Tiago Rodríguez se plantó solo ante el meta barquense, finalizó con un derechazo, pero el meta sacó una mano providencial para evitar el tanto. O dos minutos más tarde una falta directa, otra vez del omnipresente Jerin que se le fue arriba.
GABRI PALMAS, AL POSTE
Tras diez minutos sin que pasase nada, se entró en el tramo final con el Barco a tumba abierta. Necesitaba un gol y ya daba todo igual. Eso propició que en una contra, Gabri Palmás finalizó con disparo seco que devolvió el poste de los de Valdeorras y evitó la sentencia definitiva en el minuto 87, o como en el 90 volvió aparecer Aitor Arias para evitar el tanto, esta vez de Rubén Sánchez.
El técnico barquense animaba a los suyos sabedores que aunque entraban en el descuento, iban a tener su oportunidad. Y vaya si la tuvieron y por partida doble.
Corría el 92 cuando Marqueta se agrandó para asustar a Manu Morais y evitar el remate del barquense en el mano a mano. Pero la jugada continuó, termino en un centro que remató Carlos Villar, solo en el punto de penalti. Su cabezazo se marchó cerca del poste. Era la oportunidad para forzar la prórroga y la habían desperdiciado. No iban a tener otra.
Y no la tuvieron. El colegiado decretó el final del partido ante la euforia de los jugadores y cuerpo técnico del Ourense CF y la cara de decepción de los de O Barco.
El fútbol ourensano demostró que sigue creciendo. Los barquenses jugaron el segundo play off en dos años. En aquel cayeron a la primera, en este ya llegaron a la final. El próximo le dará el éxito. El Ourense CF tendrá que seguir trabajando, ya que en quince días le queda la final nacional. Un partido más y serán de Segunda RFEF.
La fase final será el 21 o 22 de mayo
El Ourense CF será el representante gallego en la final nacional que ya tiene fecha pero aún no sede. Es seguro que se celebrará el fin de semana del 21 /22 de mayo con lo que los ourensanos tienen quince días para preparar el partido. Y es probable que se celebre en la Rozas, Madrid, que cuenta con dos campos para los nueve partidos que se van a disputar.
